La ciudadanía de Colombia votará hoy por el primer presidente de izquierda en el país o a uno populista y desconocido para muchos hasta hace poco: Gustavo Petro o Rodolfo Hernández.
BUENOS AIRES (NA).- Ambos se definen como antisistema y se disputan la carrera por la Casa de Nariño en un momento histórico para el país, porque nunca entre izquierda y populismo se había definido una contienda electoral.
Estos candidatos son los que quedaron en pie tras la elección regular, que significó un duro golpe la clase política tradicional del país americano y hasta que pudieron ser difundidas, las encuestas dieron un empate técnico.
No está claro quién ganará, si el izquierdista Gustavo Francisco Petro Urrego, un economista y senador de 62 años dedicado al activismo y a ser político durante los últimos 30 años; o el populista Rodolfo Hernández Suárez, un ingeniero civil millonario de 77 años que amasó su fortuna -ronda los 100 millones de dólares, según él mismo- en el sector de la construcción y que no cuenta con amplia experiencia en el terreno público y político.
Para definir a Petro -y entender en parte el ascenso de Rodolfo Hernández además del voto en contra del otro- hay que hablar del temor patológico a la izquierda, “a esa ideología que suena a guerrilla y que, aunque se ha moderado en la semblanza de la socialdemocracia europea en esta candidatura de confluencia de fuerzas de Petro, sigue provocando iras, a pesar de que la mayoría quiera cambio”, según un informe de la agencia EFE.
Por su parte, la trayectoria política del ingeniero Hernández no es amplia: líder del movimiento político Liga de Gobernantes Anticorrupción, que fundó cuando se lanzó a la Alcaldía de la ciudad de Bucaramanga, nació en Piedecuesta, un municipio del departamento de Santander, en el noreste del país.
Es propietario de la empresa Constructora HG, basada en la construcción de viviendas, y su única experiencia política ha sido como concejal en Piedecuesta y como alcalde de Bucaramanga (2016- 2019), la capital santandereana.