En la localidad de San Nicolás, el ministro de Salud de la Nación, Mario Russo, recorrió junto a la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei; el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem y al intendente, Santiago Passaglia, las instalaciones del nuevo GO Sanatorio San Nicolás, el primer centro de salud público-privado de nuestro país en el que comienza a implementarse el sistema de voucher de salud denominado seguro médico municipal.
BUENOS AIRES.- La ciudad de San Nicolás es el primer lugar de la Argentina en implementar este sistema, mediante el cual se brindará cobertura médica a los casi 50.000 vecinos que no cuentan con obra social ni medicina prepaga, que representan un 30% de la población local.
Luego de felicitar al municipio por impulsar la iniciativa del seguro médico municipal y al Grupo Oroño, a cargo de la administración del nuevo sanatorio, Russo destacó: “Nosotros entendemos al Estado como un Estado eficiente, ágil, y esta experiencia sintetiza cuál es nuestra mirada desde el Ministerio de Salud de la Nación”.
En ese sentido, se refirió a la redefinición de competencias y señaló que “nuestra responsabilidad como Nación es fundamentalmente de rectoría, de marcar los estándares de calidad y los protocolos en las guías de tratamiento”, y añadió que “las provincias se tienen que hacer cargo de su responsabilidad, como dice la Constitución, y los municipios deben trabajar en forma coordinada con las provincias y con la Nación, como lo están haciendo ustedes”.
El seguro médico municipal se implementa a través de una credencial digital, utilizando el DNI del usuario como número de afiliado, lo cual permite tener un control de las atenciones para evitar fraudes. La credencial digital funciona con token, como todas las obras sociales, desde la web de la municipalidad.
A través de este sistema, el municipio se hace cargo de pagar solo por aquellas prestaciones médicas que el vecino recibe y que se corresponden con la atención primaria de la salud, el nivel que corresponde a los municipios. Es decir, el municipio se asegura de subsidiar la demanda y no la oferta.