Comenzó el movimiento de residuos antárticos

El Comando Conjunto Antártico informó ayer que son 161 los tambores recibidos en el puerto de Ushuaia provenientes de la Base Carlini. Desde 2019, los residuos provenientes de las bases argentinas se tratan dentro del territorio provincial.

USHUAIA.- En el Puerto Comercial de Ushuaia, se realizó el desembarco de los residuos que se evacuaron de la Base Carlini a través del Aviso ARA Puerto Argentino. Esta primera fiscalización permite dar comienzo al proceso de auditoría, ya que el traslado, tratamiento y disposición final de los residuos de las bases antárticas argentinas, se realiza dentro de la provincia.

El desembarco de los residuos se evacuaron de la Base Carlini.

Durante la verificación, el equipo técnico de la dirección General de Gestión ambiental de la provincia, constató el estado y las características de los contenedores desembarcados, procurando que se encuentren en las condiciones adecuadas durante su manipulación. Posteriormente, se fiscalizará a las plantas operadoras para constatar la trazabilidad de estos residuos en la isla.

Según informó el Comando Conjunto Antártico, en esta oportunidad, el ARA Puerto Argentino evacuó  residuos Grupo 1 biodegradables, Grupo II No biodegradable, Grupo III Peligrosos y Grupo IV Inerte, replegando al continente un total de 161 tambores del sector antártico.

Al respecto, la Directora General de Gestión Ambiental, Andrea Bianchi aseguró que “esta es la segunda temporada que resolvemos con éxito el desembarco de los residuos provenientes de la Antártida gracias al trabajo en conjunto con el Comando Conjunto Antártico”.

“Poder realizar estas tareas en nuestro puerto es muy positivo, debido a que evita las demoras en el retiro desde las Bases Antárticas Argentinas, y evita la logística hasta la ciudad de Buenos Aires” comentó.

Hacia fines del 2019, la Secretaría de Ambiente inició una serie de gestiones con el Comando Conjunto Antártico en materia de gestión de residuos, tratándose de remanentes generados en nuestro territorio.

Realizar esta tarea en la Provincia, reduce progresivamente el impacto de la actividad de las bases en la Antártida, promueve una mejor logística y fortalece a los transportistas y operadores locales.

¿Qué residuos se transportan?
Solo los residuos orgánicos y las aguas grises (de baños y cocinas) pueden tratarse en el continente antártico mediante la utilización de equipos especiales. El resto de los residuos se almacenan bajo estrictas condiciones, por lo general en contenedores aislados del sustrato, hasta que son retirados de la Antártida, principalmente vía marítima.

La principal premisa de cualquier actividad antártica es lograr la minimización de los residuos producidos, a partir de una adecuada planificación. A menor cantidad de residuos generados, menor posibilidad de producir contaminación.

Sin embargo, la gestión no se detiene aquí. Un estricto sistema de clasificación de residuos rige también en todas las estaciones científicas, campamentos o buques que trabajan en la Antártida. Si bien puede haber algunas pequeñas diferencias entre países, en líneas generales los residuos se separan entre restos orgánicos, plásticos, metales, cemento, vidrios, residuos peligrosos o tóxicos y aguas residuales.

Estas medidas han sido un paso fundamental a la hora de evitar la contaminación de los mares y los suelos antárticos. Debe tenerse en cuenta que en la Antártida la energía para iluminación, calefacción y uso de vehículos y embarcaciones se genera, sobre todo, a partir de combustibles de origen fósil, cuyos residuos son considerados peligrosos, pues requieren de un tratamiento particular.

Los laboratorios científicos también producen una amplia gama de residuos de sustancias químicas, aunque en general en pequeñas cantidades. Hasta la entrada en vigencia del Protocolo de Madrid en 1998, muchos residuos se arrojaban al mar, se quemaban a cielo abierto o se enterraban en el sustrato, práctica que constituía una importante fuente de contaminación. Se requiere, entonces, un considerable esfuerzo logístico y económico que permita clasificar, almacenar y transportar los residuos a varios miles de kilómetros de distancia de su lugar de    generación.

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