Desde hoy y hasta el próximo 24 de junio se podrá disfrutar de 76 películas en distintos formatos y géneros provenientes de 29 países.
BUENOS AIRES.- El Festival Internacional de Cine Ambiental (Finca) comienza hoy miércoles de manera online y gratuita con un nutrido catálogo de 76 películas en diferentes formatos y géneros con procedencia de 29 países, entre los que se destaca “Soñando un lugar”, documental español sobre el cambio de vida de una ciudad a un pueblo y las diferentes maneras de revitalizarse y conectarse por medio de la naturaleza y el arte.
“Dejar Madrid no fue tan duro como podría parecer. Tener que reinventarme fue un reto muy emocionante y bastante más complicado. El panorama era tal que te fortalece o provoca que salgas huyendo. Personalmente, me ha hecho crecer en muchos aspectos. En estos momentos en los que la población ha sido confinada, valoro más que nunca haber tomado esa gran decisión”, dijo a Télam el director del filme, Alfonso Kint.
El festival, que se extenderá hasta el 24 de junio, incluye charlas y actividades gratuitas, se podrá seguir a través de imd.org.ar/finca/. Entre la oferta hay películas como la aclamada “Antropoceno: la era de la humanidad”, un documental sobre los confines del mundo a los que llegó la mano del humano o “Escombros”, acerca de una adolescente superviviente a una avalancha de lodo tóxico en Indonesia.
“Soñando un lugar” es, justamente, la historia del sueño que tienen muchos y pocos cumplen. Esos deseos de abandonar trajín, ruido y polución de las grandes ciudades por la vida en un pueblo rodeado de naturaleza.
A los miedos que una pareja de mediana edad puede tener, Kint y su esposa Lucía le suman el del nacimiento de su pequeña hija. Pero lejos de amedrentarlos, Greta fue el impulso final para abandonar la metrópolis e ir a un pueblo agrícola con cerca de 1.000 habitantes y que en ese momento había dejado de tener escuela.
Para aquellos que piensan que en estos parajes, donde no hay menores de 40 años viviendo, nada puede pasar, Kint y Lucía hicieron todo lo contrario: no sólo que llevaron más jóvenes con hijos a vivir y repoblar el pueblo, sino que crearon el colectivo “Pueblos en arte”, que se encarga, justamente, de vincular artistas con pueblos para ir a vivir o pasar una temporada.
“En estos momentos, en el pueblo hay más gente joven que cuando llegamos y un ambiente un poco más abierto. Nos sigue escribiendo mucha gente interesada en venir y consideramos que es un buen momento para trazar nuevos horizontes, consiguiendo que se repartan por otros pueblos”, señaló el director.