La actriz tenía solo 17 años cuando apareció en la serie y su participación aún sigue generando controversia.
Mucho antes de convertirse en una estrella de Hollywood, Megan Fox tuvo una participación especial en la exitosa serie Two and a Half Men que, vista desde la actualidad, genera más de una controversia. La actriz, que por entonces tenía apenas 17 años, interpretó a Prudence, la hija adolescente de la mucama de Charlie Sheen en la ficción.
El episodio titulado “Camel Filters and Pheromones” mostró a Fox en el papel de una joven de 16 años que era constantemente sexualizada a través de su vestuario y las miradas de los protagonistas adultos. Si bien el personaje de Charlie Sheen rechaza los avances de la adolescente, la forma en que se abordó la trama resulta sumamente cuestionable para los estándares actuales.
Cuatro años después de esta aparición, la carrera de Fox despegó con su protagónico en la saga Transformers, aunque su paso por la franquicia tampoco estuvo exento de polémicas. La actriz fue desvinculada de la tercera entrega tras realizar declaraciones controversiales sobre el director Michael Bay, a quien comparó con Hitler por su manera de dirigir en el set.
Mirá cómo están los protagonistas de Two and a Half Men en la actualidad:
El episodio de Two and a Half Men refleja una época en la que la televisión norteamericana naturalizaba ciertos comportamientos que hoy serían inadmisibles. La serie, que fue un éxito rotundo durante la década del 2000, actualmente recibe fuertes críticas por su tratamiento de diversos temas sensibles.
Para Fox, este papel representó uno de sus primeros trabajos importantes en la industria, junto con su participación en Bad Boys 2. Sin embargo, la actriz logró años después despegarse de los roles que la encasillaban únicamente por su apariencia física, destacándose en películas como Jennifer’s Body, Rogue y Till Death.
La controversia por su participación en Two and a Half Men se suma a otros episodios complejos en la carrera de Fox, como su salida de Transformers. Si bien el director Michael Bay aseguró que Steven Spielberg había solicitado su despido por las declaraciones realizadas, el director de La Lista de Schindler negó estas afirmaciones. Posteriormente, la propia actriz se retractó de sus dichos, argumentando que las personalidades similares entre ella y Bay habían generado roces durante el rodaje.