¿Sabías que existe un Día de la Felicidad? Se celebra el 20 de marzo desde el año 2012. El objetivo cuando se creó era reconocer que la felicidad y el bienestar son aspiraciones relevantes para todos los seres humanos y que todos los gobiernos deben incluirlas en sus políticas. Naciones Unidas ponía de manifiesto que es necesario que el crecimiento económico sea inclusivo, equilibrado y equitativo para que beneficie al mayor número posible de personas. La finalidad última de declarar el 20 de marzo como día de la felicidad es erradicar la pobreza en todo el planeta.
Bután, un país pionero en el Día de la Felicidad
Ya en 1970, Bután reconoció el valor de la felicidad. En concreto, declaró que la Felicidad Nacional Bruta era más importante que el Producto Nacional Bruto. Como no podía ser menos, Bután acogió una reunión del más alto nivel sobre bienestar y felicidad cuyo objetivo era definir un paradigma económico nuevo.
En Bután, las personas no se enorgullecen de ser felices, sino que ponen mucho énfasis en que la felicidad no es un estado, sino un proceso en el que hay que trabajar de manera continuada.
Los países más felices en 2019 ¿Cuáles son las costumbres que garantizan su bienestar?
Dinamarca, Noruega, Islandia, Holanda, Suiza, Suecia, Nueva Zelanda, Canadá y Austria fueron los países mejor posicionados en la lista de países más felices del mundo en 2019.
En todos ellos el nivel económico es alto y el de corrupción política se percibe como bajo. Además, son grandes destinos para viajeros que busquen la felicidad.
El día de la felicidad en Dinamarca: mirar fuera de uno mismo
El autor danés Meik Wiking, autor de «Lykke, En busca de la gente más feliz del mundo» asegura que la felicidad tiene su base en dos pilares fundamentales: obtener el máximo placer de las pequeñas cosas y rodearse de personas felices. La felicidad es contagiosa.
Así que ya sabes, prepara un viaje a Dinamarca, uno de los países con más felicidad, rodeada de personas satisfechas. Así disfrutarás más de Copenhague, una de las capitales más bellas y misteriosas del norte de Europa.
El día del vecino en Holanda
Los holandeses son viajeros incansables y trabajadores testarudos. Tanto, que le han arrebatado parte de su país al todopoderoso mar. Ese tipo de victorias te convierte en una persona satisfecha, pero hay tradiciones más modestas que también colaboran a lograr la felicidad. En Holanda se celebra el día del vecino, una costumbre que puedes practicar en tu casa el día de la felicidad. Este 20 de marzo propón una merienda en el parque con tus vecinos, sal a la calle y comparte. Parece que este es el secreto de los holandeses. O prepara un viaje a Holanda el 26 de mayo y vívelo en directo.
La receta sueca de la felicidad: Lagom
El concepto de Lagom en Suecia está muy relacionado con la idea de equilibrio. Según los suecos, el exceso no es apropiado, ni la escasez tampoco. Para ellos, la euforia no es felicidad puesto que la felicidad debe ser sosegada. Las personas felices tampoco se jactan de serlo porque son comedidas. Así, manejando emociones y acciones de una manera equilibrada se llega a adquirir una felicidad sostenible. Dicho de otra manera, una buena forma de pasar el día de la felicidad esta 20 de marzo sería escuchar a tu cuerpo y tratar de satisfacer sus necesidades sin exagerar. Hay que hacerse consciente de lo que necesitamos a nivel físico, emocional e intelectual para alcanzar el bienestar y la felicidad. Quizá por eso Estocolmo es una ciudad viva pero son grandes estridencias que merece la pena visitar para no caer en la calma más absoluta ni en un ajetreo máximo.
Pasar el día de la felicidad a la rusa
Rusia no está en la lista de los países más felices del mundo. Quizá por su convulsa historia o por su climatología extrema. Pero los rusos saben mucho de felicidad. Al contrario que el Lagom, el Azart se asocia con el riesgo, con el fervor, con las emociones extremas que también proporcionan felicidad. De hecho, el término describe esa emoción única que se siente cuando estás en un momento verdaderamente increíble; como si dijéramos, en la cresta de la ola.
En un país de extremos, como Rusia, la felicidad no puede encontrarse en el término medio. La máxima del país es aferrarse con uñas y dientes a los momentos de felicidad, incluso a los más intensos. Y atesorarlos para volver a ellos cuando lleguen las vacas flacas.
¿Cómo pasarás tú el día de la felicidad? ¿Prefieres la limpieza mental de Bután, compartir la alegría de tus vecinos, como en Holanda, o hacer un ejercicio de equilibrio como en Suecia? A lo mejor, lo que te pide el cuerpo es viajar. En ese caso, cuenta con Exoticca.