Cómo plantar un árbol, y que no muera en el intento

El proceso de hacer las estacas es primordial a la hora de seleccionar el árbol que se quiera plantar.

Hace poco, en la ciudad rige una ordenanza municipal que premiará con descuentos impositivos a los vecinos que planten árboles en la vereda de sus casas. El Sureño conversó con el equipo de INTA, para saber qué árboles conviene plantar, cuándo y cómo.

RIO GRANDE.- En Río Grande, muchas de las veredas presentan un desafío a la hora de caminar por la ciudad: roturas, obras sin terminar, escombros, pasto, son algunos de los obstáculos. Para muchos, esta una evidencia más del carácter transitorio que tenían los habitantes de la ciudad, que nunca llegaban a establecerse en sus viviendas.

“Es como una parte de la casa que nunca se termina. Siempre me llaman la atención los patios traseros y las veredas. En los patios traseros, que se transforman en un lugar donde se acumulan las cosas en desuso, y nunca termina de ser un patio, sino donde se tiran las cosas. Y en las veredas, que el que la tiene prolija, la llena de cemento para poder subir el auto. Me parece que la idea que tiene el concejal, con esta ordenanza era empezar a poner un poco de verde en las veredas”, estimó Paulo Gea, ingeniero agrónomo y jefe de la agencia de extensión rural del INTA Río Grande.

El profesional, destacó que, en realidad, en lugares como barrio YPF, o el casco viejo de la ciudad, se pueden encontrar árboles, aunque en los últimos años están muy descuidados: “No tenemos una cultura de podarlos y darles forma. Hay algunas veredas, en las que te tenés que agachar para pasar, o las ramas te pegan en la cara. Hay esquinas donde si vas manejando, los árboles no te dejan ver el tránsito”, dijo el ingeniero.

Lo primero es seleccionar bien, que se va a plantar y pensarlo como algo con proyección a futuro: “Por más que acá los árboles sean lentos para crecer, en algún momento, cuando toque una napa de agua o lo que sea, el árbol despega y empieza a crecer”, declaró Gea.

Y agregó: “Hay que seleccionar buenas especies, en el sentido de la forma; tener cuidado con los cables, y todas esas cosas a la hora de decidir, poner el árbol, y dónde. Muchas veces se planta un pinito -relindo- pero cuando crece, les tapa la ventana. Tenés que tener en cuenta que algunos árboles tienen 7 u 8 metros de altura, y un determinado grosor, que puede ser de acá a 20 años, pero se supone que, si uno va a estar viviendo ahí, tiene que pensar con este árbol que está ahí, no es algo que se cambia como una lamparita”.

Lo segundo, son los cuidados: el árbol, demandará un mantenimiento de por vida, desde el riego, fertilización, y sobre todo la poda, para darle forma. Desde INTA, recomendaron que, al elegir el árbol del que se tomarán las ramas para un nuevo árbol, se debe conocer el ejemplar, y cómo creció: “A veces la gente pasa, ve ramas tiradas y va y saca de ahí. Cuando le preguntás como era el árbol, y cuanto tiempo hace que está tirada esa rama, no saben. Eso no sirve, yo tengo que ir y buscar el tallo que yo quiero, de árbol que yo quiera, porque después voy a tener ese árbol frente a mi casa. Cuando yo hago una estaca, estoy haciendo un clon de ese árbol, y va a tener las mismas características de genéticas del árbol de donde lo tomé”, recalcó el ingeniero.

Las especies recomendadas, son por excelencia, los álamos: “Se puede plantar retamas, pero son arbustos. En árboles, lo más común, es plantar álamos. Yo buscaría esta especie porque son árboles de tallo grueso, pero de ramas muy pegadas al tronco, y muy verticales. En barrio YPF, hay álamos plantados hace como 50 años”, ejemplificó el director.

Además, destacó que esta especie es menos peligrosa para las cloacas, por ser menos invasiva: “Y por ejemplo a diferencia del sauce que tenés que estar todo el tiempo encima, haciendo la poda, no crece tanto hacia los laterales. Podes tener un sauce si lo querés, pero tenés que estar todo el tiempo encima. Y a veces los vecinos no quieren tener afinidad con esas labores que demandan tiempo. Porque podar no es cortar, y hacer algo cada diez años, es una actividad que se hace cada temporada. Un árbol de vereda, dos o tres veces va a tener que salir a trabajarlo. Buscarle las ramas que, si ves que tiran para el lado de la vereda, sacarla”, recalcó Paulo Gea.

Ninguna especie de árboles está naturalmente adaptada a los vientos de la ciudad, por lo que Gea recomendó construir reparos: “Las casas que tapan al viento, por su forma catastral, van a tener ventaja sobre las que tienen el viento en la vereda, y van a tener que tutorarlo. Podés llegar a hacer un paraviento a un metro o un metro y medio, aunque no queda muy estético, pero es algo temporario”, explicó.

El INTA, brinda un taller, que enseña cómo se hace la poda de verano, como se saca la estaca y finalmente, se planta el árbol: “Mucha gente va a querer ir a comprar el arbolito. Que también es una opción. A mí personalmente, me gusta elegir el árbol desde el cual voy a armar mi estaca, porque lo veo ya como va a ser, si está adaptado al clima”, recomendó.

Estos cursos se dictan en la temporada en que se puede empezar a hacer las estacas: “Yo puedo empezar a hacer las estacas, cuando corto una ramita, y la corteza no se me despega. Si yo pongo una uña, y la puedo pelar como si fuera una banana, quiere decir que todavía hay savia en la rama, y si yo pongo una estaca de esas, al tener savia, en seguida me va a brotar, no voy a tener raíces, y la planta se va a secar. Yo tengo que esperar que toda esa savia baje hacia las raíces. Cuando ya la corteza y el tallo están completamente pegadas, ahí puedo empezar a hacer mis estacas”, enseñó Gea.

En cuanto a la ordenanza, aseguró: “Va a tener su impacto esta medida, pero también vamos a tener que estar preparados, tanto el municipio que ya tiene este hábito de regalar plantines, como otras entidades. Los vecinos, van a tener que cuidar esos árboles, si desean acceder a los descuentos de impuestos. Porque va a haber relevamientos”.

Además, Gea y el equipo de INTA, invitaron a las juntas vecinales que deseen a programar capacitaciones en cada barrio: “Si se juntan los vecinos, en un SUM del barrio, nosotros vamos y les damos una capacitación para que empiecen a plantar los árboles. Pero una vez que la damos, la pelota la pasamos para lo mismos vecinos. La idea es que sea un esfuerzo de una sola vez, y se empiece a embellecer la ciudad, porque una ciudad con árboles es muy linda”, dijo.

“Nosotros somos una institución de tecnología y estamos todo el tiempo, ávidos de ayudar a la comunidad a que se puedan generar estas cosas. inclusive que las personas se den cuenta que va a ser un antes y un después. Nos va a cambiar el hábitat, el clima, un montón de cosas”, concluyó.