La semana pasada la ciudad
quedó conmocionada ante las imágenes del devastador incendio que
consumió la fábrica de polietileno Isla Grande. El Sureño recorrió
el vecindario, habló con los vecinos de la manzana y muestra, en
esta nota, las imágenes después del desastre.
RIO GRANDE.- El fuego comenzó poco después de las cuatro de la tarde del martes 13 de noviembre. Para las 5 de la tarde, aproximadamente, era evidente que la prioridad era resguardar las viviendas vecinas a la fábrica Plásticos de la Isla Grande.
Defensa Civil, todas las dotaciones de Bomberos Voluntarios y Bomberos de la Policía, personal de empresas privadas, el Hospital de Río Grande, el área de Seguridad de la provincia y hasta Promoción Social municipal, estuvieron involucrados en el operativo de emergencia que duró más de 12 horas, hasta que el fuego pudo ser controlado.
El viernes por la mañana, personal municipal comenzó a limpiar las calles y veredas en las que parecía que hubieran llovido virutas de plástico. Aún en el aíre se respiraba el inconfundible aroma del polietileno quemado, quedaban a plena luz los resultados del fuego abrasador que se llevó la fábrica entera.
Alfredo Dip vive en calle
Forgacs 2.527, su casa es una de las que corría riesgo de
incendiarse. Mientras limpia de las paredes el hollín que quedó
pegado, resalta que fueron muy afortunados: “Está bien hay hollín,
hay tizne. Están todos los alimentos que teníamos llenos de tizne
que esos tuvimos que tirarlos para evitar la posible contaminación.
Sabemos que están contaminados porque de hecho tenemos la fábrica
acá cruzando la calle. Así que estamos en proceso de recuperación
interna; lavar todas las paredes, los techos. Pero la verdad, que
estamos bien. En ese momento, estaban mis hijos solos en casa, yo
estaba en el trabajo. En principio pensé que era algo sencillo,
porque ya había pasado dos o tres veces antes y lo sofocaban de
manera inmediata. Pero realmente no me imaginaba la magnitud de lo
que estaba ocurriendo”, comentó el vecino.
Cuando él llegó, media hora después del inicio del fuego, encontró a los bomberos todavía trabajando para contener las llamas dentro del edificio. Pocos minutos más tarde la prioridad sería evitar que el fuego llegara a su vivienda y las vecinas: “Te puedo decir, que los bomberos han hecho un trabajo impresionante. Gracias a ellos no se quemaron también estas casas, estos frentes. Yo los he visto trabajar de manera incansable, heroica; en ese sentido no tenemos nada para decir”,
Guillermo Vargas es otro vecino, la casa de su hermana está en la misma cuadra y también, durante la mañana del viernes, había empezado a limpiar el hollín de las paredes y el techo. La puerta de la vivienda, está directamente enfrentada a la que fuera la entrada principal de la fábrica.
Cuando empezó el ígneo su sobrino de 19 años también se encontraba solo en la casa. “Mi hermana está en Buenos Aires, se fue derivada por un tema de salud. A Guillermo le tocó ver de cerca la labor de los bomberos, y al igual que su vecino, aseguró que trabajaron incansablemente, por horas: “Yo fui bombero, de los primeros que hizo el curso en la provincia. Así que puedo decir que hicieron un excelente trabajo. Ahora a mí me queda solamente juntar el hollín y limpiar un poco, pero la verdad es que yo pensaba que por lo menos, los vidrios iban a explotar por el calor que se sentía. Pero no, está todo intacto. Yo vi cómo estaban acá mismo tirando agua para enfriar la casa”, describió.
Mientras el fuego seguía consumiendo el edificio de la fábrica y todo lo que había en su interior, los bomberos continuaban repeliendo las llamas: “En un momento algunos de ellos se tiraban acá mismo al piso para tratar de bajar un poco la temperatura. Porque era impresionante el calor que se levantó”, relató Guillermo.
Y agregó: “Si no hubiesen trabajado en enfriar los frentes de las viviendas, el fuego se hubiera propagado por radiación. Porque aunque la llama no llegue, la temperatura que alcanza la zona, más el viento, es inevitable que se prenda fuego en el lugar”.
Dirección del viento
Pedro Franco, director de
Defensa Civil de la Municipalidad, también relató cómo el fuego
comenzó en la parte del edificio que está sobre calle Almirante
Brown. A los pocos minutos había tomado gran parte del edificio, y
sobre todo el lugar en donde se almacenaba la materia prima. Franco
reconoció que además del arduo trabajo de todo el personal que
combatió el incendio, hubo algo de buena fortuna: “Una de las
cosas que sí jugó a favor fue la dirección del viento. Si bien el
viento fue la principal causa de la rapidísima propagación del
fuego, la situación podría haber sido peor si el viento hubiese ido
en otra dirección”, dijo.
Según explicó, fue debido a
la dirección que tomaron las llamas de prenderse completamente, que
hubo más que suficiente tiempo para evacuar todas las viviendas de
los alrededores. Las llamas avanzaron hacia la parte más alta de la
estructura de la fábrica, desde el frente en Almirante Brown hacia
Forgacs. Allí se encontraron con la parte más alta de la estructura
del edificio. Esto retrasó el avance de las llamas, que pasaban por
encima de techo. De otro modo, el fuego habría terminado sin
obstáculos, en los frentes de las casas de la calle Forgacs.
“Al principio había ungrupo de bomberos trabajando dentro del edificio, a la par de los queestaban afuera, en el lugar donde comenzó el fuego. Pero cuando nosdimos cuenta de que el fuego ya era incontenible, se tuvo queproceder a la evacuación. Y ahí también nos abocamos a evitar queel fuego se propagara hacia las viviendas”, explicó el Director deDC.