El mar estaba calmo y el sol se dejó ver entre las nubes, un marco ideal. Desde temprano, las playas de Camarones comenzaron a poblarse de familias, turistas y locales que se acercaron para celebrar el Día Mundial de las Ballenas.
No era una jornada cualquiera: la propuesta combinaba actividades acuáticas, charlas sobre conservación y música en vivo, en un evento impulsado por la Municipalidad de Camarones, el Parque Interjurisdiccional Marino Costero Patagonia Austral (PIMCPA) y la iniciativa del proyecto Patagonia Azul.
Un día para conectar con el océano
La coordinadora de Patagonia Azul, Mariana Cassini, cuenta que la jornada incluyó «juegos en el mar para niños, un espacio para mujeres, clases gratuitas de Stand Up Paddle, meditación y más actividades que disfrutaron los presentes».
A lo largo del día, la propuesta se amplió con una charla sobre ballenas jorobadas, donde se destacó la importancia de proteger estos cetáceos y sus hábitats, y música en vivo a cargo de artistas locales como Alfonsina y Rodri Rock.
El evento no solo destacó la diversión y el entretenimiento, sino también la importancia de conservar estas especies marinas. «Camarones alberga cuatro especies de ballenas a lo largo del año, incluyendo a las jorobadas y a la franca que visitan nuestras aguas en invierno», explica Cassini. «Es fundamental proteger estos hábitats marinos y promover iniciativas que fomenten su conservación.»
El pueblo de Camarones tiene la particularidad de ser un enclave estratégico donde se pueden realizar paseos náuticos y toparse con ballenas todo el año. Debido a que 4 especies, que se dejan ver en distintos momentos, frecuentan las costas de esta localidad. Transformándola en un punto único de la provincia.
«En esta época tenemos ballenas jorobadas y si, y en el invierno está la franca y a veces pasa la minke, que es otra de las especies», destaca Cassini.
Compromiso con la conservación
La intendenta de Camarones, Claudia Loyola, destacó la importancia de este tipo de eventos para fortalecer la identidad de la localidad y potenciar el turismo: «Camarones es un lugar privilegiado por su biodiversidad marina, el avistaje de ballenas es uno de los nuevos atractivos turísticos. Con este festival, no solo celebramos su presencia en nuestras costas, sino que también reforzamos el compromiso con su conservación y con la protección de nuestro ecosistema marino».
Desde la Municipalidad, se ha impulsado un calendario de eventos que resalta la identidad local y los recursos naturales únicos. «Esta jornada especial nos permitió aprender más sobre las ballenas, disfrutar de música en vivo con artistas locales como Alfonsina y Rodri Rock, y promover la oferta de nuestros emprendedores locales», agregó Loyola.
Un futuro sostenible
Además de un evento para disfrutar en familia, este festival fue un llamado a la acción. «Es vital proteger estas especies emblemáticas y sus hábitats», sostiene Cassini y destaca: «Propuestas como estas son clave para sensibilizar a la comunidad sobre la importancia de la conservación marina y promover un turismo responsable que valore y respete nuestra naturaleza.»
Loyola también subrayó la importancia de estos encuentros para dinamizar la economía local: «Esta jornada especial nos permitió aprender más sobre las ballenas, disfrutar de la música y promover la oferta de nuestros emprendedores locales».
El Día Mundial de las Ballenas en Camarones fue una oportunidad para fortalecer el vínculo de la comunidad con el mar, reflexionar sobre la importancia de su conservación y proyectar un turismo que valore la naturaleza y la biodiversidad. En este rincón de la Patagonia, donde el océano se extiende infinito, la presencia de las ballenas sigue siendo un recordatorio de la riqueza y la belleza que hay que cuidar.
Porqué se celebró el Día Mundial de las Ballenas
Hace poco más de 40 años, las ballenas estaban al borde del colapso. Sus cantos se apagaban en océanos vacíos, perseguidas sin descanso por flotas balleneras. Pero el 16 de febrero de 1982, hubo un cambio: la Comisión Ballenera Internacional puso un freno y decretó la moratoria global a la caza comercial. El mar respiró aliviado.
Desde entonces, las ballenas volvieron a poblar las aguas, pero los peligros no desaparecieron. Redes fantasma, colisiones con barcos y océanos cada vez más ruidosos siguen amenazándolas. Por eso, el Día Mundial de las Ballenas es un recordatorio de que aún tenemos una deuda con ellas y debemos seguir protegiéndolas.