BUENOS AIRES (NA).- El Congreso tendrá sesiones extraordinarias y ya se prepara para reunirse incluso entre Navidad y Año Nuevo con el fin de tratar la agenda de reformas económicas que la Casa Rosada comenzará a negociar la semana próxima con los gobernadores.
El lunes el presidente Mauricio Macri recibirá a los gobernadores para abrir la negociación sobre el Presupuesto 2018 y la reforma fiscal y tributaria, que deberán pasar por el Congreso una vez que haya un acuerdo.
Fuentes del oficialismo de la Cámara de Diputados señalaron que, en este contexto, el Poder Ejecutivo convocará a sesiones extraordinarias, dado que el año parlamentario vence el último día de noviembre y que estos temas difícilmente puedan empezar a ser discutidos antes del 10 de diciembre.
Si bien el presupuesto 2018 ingresó a la Cámara baja en septiembre, los gobernadores quieren una negociación en la que se pongan sobre la mesa todos los temas, incluido el reclamo de Buenos Aires sobre el Fondo del Conurbano, que obligaría a reorganizar la coparticipación de impuestos.
Por esa razón, el cálculo de gastos e ingresos para el año próximo todavía no se trató y no se tratará hasta que no exista un acuerdo general.
Según las fuentes consultadas, lo primero que entrará en debate es la agenda fiscal, debido a que en diciembre se vencen las prórrogas de varios impuestos que forman parte central del debate entre la Nación y los gobernadores.
Los principales son el impuesto al cheque, el de extraña jurisdicción (que funciona como una suerte de aduana interna entre las provincias) y el de Ingresos Brutos.
La aprobación del presupuesto 2018 -que requiere de consenso dado que el oficialismo no cuenta con mayoría en ninguna de las dos cámaras- dependerá del acuerdo en torno a la coparticipación de esos gravámenes.
El tratamiento de todos esos temas empezará en la Cámara de Diputados, mientras que el Senado avanzará en primer lugar con la Ley de Responsabilidad Fiscal que apunta a que cada jurisdicción ejerza un mayor control sobre el gasto público.
Éste punto es el único que ya está acordado entre la Nación y las Provincias pero los gobernadores no enviarán su apoyo a los senadores para su aprobación hasta que no estén acordado el nuevo modelo impositivo.
Una vez sancionado ese paquete, el Gobierno impulsará una ley de blanqueo laboral que consistirá a grandes rasgos en perdonar deudas a los empleadores y reconocerle aportes a los empleados, como incentivo.
Según deslizó un diputado de Cambiemos en diálogo con NA, el objetivo de máxima es lograr el blanqueo de entre 500 mil y un millón de trabajadores.
Si esa agenda es aprobada por la cámara baja entre el 10 y el 31 de diciembre, el Senado comenzaría a debatirlo recién en febrero, aunque en ambas cámaras confían en que, una vez cerrado el acuerdo con los gobernadores el trámite parlamentario podría acelerarse.
Un senador de Cambiemos consultado por este medio consideró que en el plazo de un mes debería estar sellado el acuerdo.
Antes del 10 de diciembre la Cámara de Diputados tendrá como máximo tres sesiones para tratar proyectos de ley que están pendientes de aprobación como el de Responsabilidad Penal Empresaria y el de tierras indígenas, ambos ya sancionados por el Senado y a la espera de convertirse en ley.