Antonela Guevara, junto a Rosana Soto (mamá de Marcela Otei quien se encuentra ocupando el predio), ambas integrantes de la comunidad indígena Rafaela Ishton, brindaron detalles de su posición respecto del conflicto que se generó luego de que se cercara el playón de la laguna.
TOLHUIN.- El cerco colocando en el acceso al playón de Aguas Blancas en la zona del cerro Jeujepén, de esta ciudad, generó tensiones entre los ocupantes y la persona que asegura ser la tenedora legal.
Al respecto Antonela Guevara, integrante de la comunidad indígena Rafaela Ishton explicó que hubo una situación en particular, donde se la acusa a Marcela Otei de haber cerrado el acceso a Aguas Blancas. “Durante años los vecinos consideraban que era un lugar público municipal, pero nos es así” sino que “la realidad es que ese lugar es propiedad privada, pertenece a la comunidad indígena Rafaela Ishton, son tierras adjudicadas en el año 98 por la ley 405 y la realidad es que, Marcela debido a una situación con otro integrante de la comunidad, se vio obligada a cerrar por varias razones”.
Reforzó sus dichos al asegurar que “es su lugar y asentamiento familiar, ella está hace varios años intentando lograr llevar adelante su emprendimiento, como lo marca la Ley 23302, Art. 2, inciso A, el cual dice que, “tiene que estar radicada en el territorio y que las tierras deben ser trabajadas con su grupo familiar como lo establece la Ley Nacional”.
Guevara agregó varias cuestiones que motivaron el cierre del sector. “Las personas que van y hacen fogones, muchas veces lo dejan encendidos y después ella (Marcela Otei) tiene que ir a apagarlos, porque algunos ingresan al lugar hacen su asado y dejan la basura, y después es a Marcela a quien denuncian en las redes sociales, acusándola a ella de la mugre que le dejan”.
“Este año Marcela, por una cuestión económica, ha decidido, junto a su esposo y sus hijos, asentarse de manera definitiva en el lugar. Se encuentran viviendo en una carpa, a la intemperie y tratan juntos de llevar adelante su emprendiendo familiar, para la nueva temporada”.
Antonella Guevara dijo que “fueron visitados por personal de Recursos Hídricos, quienes quisieron constatar la denuncia pública del cierre de la laguna”.
“En el acta que le hicieron dice que, se observa un cerco, ponen las coordenadas y además queda constancia que al llegar el lugar a 210 metros se observa que hay un acceso libre, por lo tanto, Marcela no cerro la Laguna, los vecinos tienen acceso al espejo de agua, nadie se lo está negando, sabemos que es de todos, y además también pueden ingresar a través de la reserva del Rio Valdez”.
“La intención no es pelear con los vecinos, sino invitarlos a que visiten el lugar y que sea Marcela quien los pueda atender y de paso brindar su servicio, tiene derecho de vivir de los recursos como lo dice claramente la ley”.
Salamanca, la tenedora legal
Antonela Guevara se refirió a Graciela Salamanca quien asegura ser la tenedora legal del prefio. “La Sra. Salamanca lo que tiene es un acta asamblea. La voz del pueblo es la asamblea comunitaria y, en esa acta asamblea del año 2005, dice que, “ella solicitó autorización para hacer un camping, pero en el acta asamblea, en ningún lado dice que es dueña de Aguas Blancas, ni de un playón”.
Explicó que lo que hace la asamblea, “es autorizar a la Sra. Salamanca a que tenga su asentimiento con su grupo familiar, pero se encuentra abandonado desde el año 2005 hasta ahora. Mientras que estaba abandonado, Marcela (Otei) ponía en marcha su emprendimiento familiar, hace 3 o 4 años atrás, y respetando el asentamiento de Graciela Salamanca, por lo tanto no usurpa nada. Aparte Marcela Otei es descendiente, forma parte de la comunidad y no tiene por qué pedir permiso para ocupar el lugar, por lo tanto debería ser la menos señalada en esta situación”.
Rosana Soto, mamá de Marcela Otei
Otra de las protagonistas de esta historia es Rosana Soto. La mujer es la mamá de Marcela Otei, quien es la que se encuentra ocupando el predio. “Mi hija tiene un permiso para ocupar las tierras de la comunidad, de ingresar con su familia y a realizar un emprendimiento”.
“Esto generó un lazo terrible de confusiones, opinan personas que desconocen por completo cómo es el tema de las tierras”.
“La laguna no está prohibida para nadie, la parte que está cerrada es la del camping porque será ahí donde brindaremos un mejor servicio para los visitantes, el camping Eluney está inscripto y cuenta con toda la documentación requerida”.
Rosana Soto aclaró a la comunidad que “el que se sienta desconforme o tenga dudas, puede acercarse a mi casa. Aquí nos conocen todos, vivimos hace más de 30 años en Tolhuin”.