“No existe intención de eliminar el FETA”, sostuvo el secretario de Comercio, Matías Tombolini. Aseguró además que la herramienta, que entró en vigencia en marzo con el objetivo de desacoplar el precio interno del externo tras el inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania, tuvo “resultados parciales”.
BUENOS AIRES (TÉLAM).- El mecanismo -conocido como ‘fideicomiso del trigo’- con el objetivo de desacoplar el precio interno del trigo del precio externo comenzada la guerra entre Rusia y Ucrania con fondos generados a través de 2 puntos de las retenciones que se cobran por las exportaciones de harina y aceite de soja, que son “distribuidos entre los molinos que participan” explicó el funcionario nacional.
“De esta manera se subsidia la bolsa de 25 kilos de harina que compran industrias, distribuidores, panaderías y afines”, puntualizó Tombolini.
“A la luz de los resultados este mecanismo funcionó parcialmente”, dijo el funcionario, tras lo cual señaló que “existen casos de molinos que cobran por la harina que se venden a sí mismos para fabricar galletitas. Esto no está necesariamente mal, pero no se observan resultados en precios al consumidor”.
Es por eso que desde la Secretaría de Comercio se busca “optimizar” la operatoria del FETA, por lo que se propuso “como alternativa, cambiar el mecanismo compensando la demanda y orientando el subsidio solo a la harina para producir pan, sin dejar de dar curso a nuevas incorporaciones de molinos y agilizando los desembolsos”.