BUENOS AIRES (NA).- Los gobernadores de San Juan, Santa Fe y Río Negro se sumaron a las críticas de la Casa Rosada contra el proyecto de reforma del Impuesto a las Ganancias que impulsa la oposición, con cuestionamientos al costo que implicaría para las provincias y a la restitución de las retenciones a la minería.
El rionegrino Alberto Weretilneck consideró que el proyecto aprobado por los diputados de la oposición, que ahora deberá analizar el Senado, es “sumamente grave” porque “perjudica al conjunto de las provincias” y evaluó que “si a la pérdida de recursos por la recesión se le suman este tipo de leyes, no va a quedar ninguna provincia superavitaria”.
“No está en discusión que los jubilados no lo pueden pagar o que (el impuesto) se lleve las guardias de los médicos. Lo que estamos discutiendo es que, lo que se deja de pagar por un lado, alguien lo tiene que pagar, y en este caso, gran parte de lo que se resolvió lo terminan pagando las provincias”, argumentó.
En declaraciones a Radio Del Plata, Weretilneck estimó que los nuevos impuestos estipulados en el proyecto “no compensan” lo que se deja de percibir por el aumento del mínimo no imponible y agregó: “Financiar a un sector de la población y desfinanciar a otro está llevando a todas las provincias a la quiebra y el endeudamiento como en el 2001”.
Por su parte, el sanjuanino Sergio Uñac apuntó principalmente a la restitución de las retenciones a la minería que propone el proyecto como fuente de financiamiento y advirtió sobre las consecuencias que podría tener eso en su provincia, donde esa actividad económica es una de las más importantes.
“La restitución de las retenciones a la minería afectaría a un sector que integra a más de 40 mil familias, entre trabajadores directos e indirectos en San Juan”, advirtió Uñac, al tiempo que pronosticó que “restituyendo las retenciones, las mineras dejarán menos recursos económicos en San Juan y en el país”.
El gobernador sanjuanino explicó que “gracias a la quita de retenciones se evitó el cierre de uno de los proyectos metalíferos más importantes y se prolongó entre cuatro y cinco años, aproximadamente, la vida útil de otros dos grandes proyectos en explotación”.
“La suba del piso del mínimo no imponible de Ganancias es sin lugar a dudas una necesidad de los trabajadores. La cuestión está en cómo se logra, porque no se puede beneficiar a unos trabajadores perjudicando a otros trabajadores”, evaluó Uñac.
En tanto, el santafesino Miguel Lifschitz reconoció que el proyecto aprobado por Diputados “busca conceder un mejor beneficio a los trabajadores” y que “esto era parte de la promesa del presidente Mauricio Macri”, pero consideró que “no es un buen proyecto porque es verdad que hay un costo fiscal importante para el Gobierno nacional y las provincias.
En ese marco, el mandatario santafesino entendió que el tratamiento de la modificación del Impuesto a las Ganancias “se ha convertido en un tema político más que tributario” y opinó que “se tendrían que haber buscado instancias de negociación para resolver el conflicto, con un proyecto posible”.
Los tres gobernadores se sumaron así a otros de sus pares que en los últimos días se manifestaron en contra del proyecto, como el jujeño Gerardo Morales, el mendocino Alfredo Cornejo, el misionero Ricardo Colombi y el porteño Horacio Rodríguez Larreta, todos ellos oficialistas.
En el peronismo, algunas de las voces que se sumaron a las críticas fueron las del cordobés Juan Schiaretti, el salteño Juan Manuel Urtubey, el misionero Hugo Passalacqua y el neuquino Omar Gutiérrez.
Todos los gobernadores fueron convocados al Senado para el próximo martes, cuando comenzará el tratamiento del proyecto opositor en la Comisión de Presupuesto y Hacienda, y el Gobierno apuesta a que los mandatarios provinciales influyan en sus senadores para modificar la iniciativa.