RIO GRANDE.- Las formas de comprar, de trabajar, y hasta de comunicarse se fueron modificando debido al contexto de distanciamiento que vive la provincia, desde marzo.
Uno de los desafíos que se presentan, es cómo ocupar todo el tiempo libre que se presenta, en particular en las familias con hijos pequeños.
Desde el inicio del aislamiento, cocinar surgió como una actividad recreativa relevante. No sólo porque ahora se dispone del tiempo para probar nuevas recetas y crear platos, sino también por la facilidad de poder elaborar uno mismo alimentos que anteriormente se hubieran comprado hechos. Es el caso del pan, que muchas familias eligen amasar en sus propias casas, aumentando las ventas de harina en casi un 30%. De la misma forma, entre los más consumidos encontramos la leche, el pollo, las legumbres y conservas, y todos ingredientes básicos para incorporar en las recetas.
En cuanto a electrodomésticos, los que tienen una función para la cocina lideran los mercados junto con los artefactos tecnológicos de entretenimiento, como celulares, televisores y tablets.