Custodios de la seguridad náutica

El 1° de enero de 1879, el entonces presidente Tomás Avellaneda junto con su Ministro de Guerra y Marina, General Julio Roca, decretaron por ley la creación de la Oficina Central de Hidrografía. El 6 de junio de ese mismo año, cobró forma definitiva y se le comenzó a dar importancia a la seguridad náutica en nuestro país. Esta fecha quedó instituida como el Día de la Hidrografía.

Faro de Punta Mogotes. En el SHN trabajan alrededor de 120 oficiales y suboficiales de la Armada (Foto La Gaceta Marinera).

USHUAIA (La Gaceta Marinera).- Desde 1972, por la Ley Nacional 19.922, aquella primera oficina es conocida como Servicio de Hidrografía Naval (SHN); y en 2007 pasó a tener dependencia orgánica de la Subsecretaría de Investigación Científica y Política Industrial para la Defensa del Ministerio de Defensa.
Anteriormente, era un destino dependiente de la Armada Argentina. A partir de la transferencia, la Marina brinda su apoyo mediante su personal y sus unidades para que el SHN pueda efectuar sus actividades y así cumplir con su misión.
Este destino integra, además, la Organización Hidrográfica Internacional (OHI) y la importancia de la tarea de los servicios hidrográficos ha sido reconocida por la Organización Marítima Internacional (OMI). Cada Estado miembro de dichas instituciones debe cumplir con la responsabilidad de desarrollar aquellas actividades que permitan brindar seguridad en sus aguas al navegante.

Amplias funciones
Para adentrarse en los ríos o mares de nuestro país, es necesario planificar una derrota segura. En el SHN trabajan alrededor de 120 oficiales y suboficiales de la Armada que garantizan un servicio público que provee la ayuda e información necesarias para la navegación, las maniobras y el traslado de un buque.
Para ello, brinda servicios de alertas meteorológicas, pronósticos mareológicos, cartografía náutica, balizamiento, astronomía, oceanografía, geología marina, asesoramiento sobre vías navegables y el servicio oficial de la hora en nuestro país.
Asimismo, cada una de esas áreas de estudio se encarga de llevar adelante diversas exploraciones e investigaciones que sirven para la actualización de los datos y la determinación de los espacios marítimos nacionales.
Dentro de las tareas diarias, se realiza la edición de las cartas náuticas (de papel o electrónicas), derroteros, listas de faros y señales marítimas, tablas de marea, almanaques náuticos y otras publicaciones de acuerdo con las normas internacionales vigentes.
Por otro lado, el personal del SHN efectúa relevamientos hidrográficos y estudios técnicos orientados al mejor conocimiento del ámbito marítimo y, además, actualizan permanentemente las novedades para la navegación a través de los Avisos a los Navegantes.
Mientras, otro grupo de profesionales se encarga de la confección de pronósticos meteorológicos y mareológicos que determinan la altura de las olas, las tablas de marea –donde se publican las horas y alturas de pleamares y bajamares para los puertos de Argentina y algunos de Uruguay– y la predicción de las corrientes de marea.
El servicio de astronomía comprende, en tanto, las publicaciones sobre la salida y puesta del sol, las fases de la luna, eclipses, la Hora Oficial de nuestro país por radiotelefonía y husos horarios. Estas tareas se llevan a cabo en el Observatorio Naval Buenos Aires.
Por último, el SHN es el encargado de determinar y asesorar sobre la señalización marítima y el instrumental básico. Esto significa la implementación del Sistema de Boyado Marítimo, es decir, la instalación y control de las señales que delimitan los canales navegables, como faros, balizas o boyas.

Custodios
La importancia de la misión del personal del Servicio de Hidrografía Naval se ve reflejada en el brillo nocturno de un faro, en los detalles precisos de una carta náutica o en los pronósticos que indican a qué hora comenzará a agitarse el mar. Los navegantes valoran cada dato que el SHN proporciona, porque les permite planear la derrota y arribar seguros a destino. El trabajo de su gente busca prevenir todo tipo de accidente sobre las aguas argentinas, proteger la vida de los hombres y mujeres de mar, y nuestros recursos naturales. Por eso, cada 6 de junio, es un homenaje a su esfuerzo diario y continuo.