RIO GRANDE (Profesor Adrián Morane).- En nuestro país existe un semillero constante de excelentes deportistas en innumerable disciplinas que, con grandes y destacadas actuaciones en los últimos años han llevado y llevan al deporte de nuestra nación a estar entre las potencias mundiales de cada uno de estos, como por ejemplo el fútbol, hockey, básquetbol, vóleibol, tenis, judo, hándbol, rugby, etc.
Por supuesto que cada uno de los logros dependieron de muchos factores que hicieron posible llegar a nuestros atletas a la cima del deporte mundial, como por ejemplo que las confederaciones, federaciones y asociaciones, conjuntamente con los clubes que la integran a cada una de estas, tengan una competencia continua durante todo el año, sus dirigentes sean buenos administradores y gestores, teniendo proyectos serios y responsables. Que los clubes posean profesores, entrenadores e instructores capacitados para el desarrollo de la actividad y dirigentes deportivos que lleven a engrandecer los destinos de los mismos.
No queremos dejar de mencionar el eslabón más importante y fundamental de esta cadena de desarrollo deportivo, nuestros niños y jóvenes, los cuales solo necesitan enseñanza, estimulación, libertad de elección, motivación, pero sobre todas las cosas acompañarlos al lugar donde se sientan felices, cualquiera sea el deporte o actividad que elijan.
Tenemos las excepciones a las reglas, y qué queremos decir con esto, en nuestro país, hay casos que en esta cadena de desarrollo deportivo, cualquiera sea la institución (confederaciones, federaciones, asociaciones o clubes) no fueron ni son el principal sostén de nuestros niños y jóvenes, por los diferentes motivos antes mencionados. Los cuales se encuentran excluidos de este proceso natural de desarrollo y acaban siendo detectados como potenciales talentos deportivos porque concurrieron alguna vez a algún torneo Evita, o algún entrenador vio aptitudes para algún deporte. O simplemente tenemos la necesidad de observar jóvenes en función de la competencia que se avecine.
Nuestro país necesita un programa nacional e integral de desarrollo deportivo, armado conjuntamente con las federaciones y confederaciones de cada deporte, integrando a las provincias como eje fundamental. Sumado al mismo, un plan nacional de infraestructura deportiva donde prevalezca, por ejemplo, el patrón de los deportes, el atletismo. Pero también adecuando el mismo a la idiosincrasia de cada una de las provincias.
A partir de estos programas integrales y sustentables en el tiempo, acompañados por infraestructura deportiva y capacitación, es que en nuestro país podremos empezar a ver más cantidades de Ginobili, Messi, Maradona, Del Potro, Aymar, Meolans, Pareto y tantos otros deportistas que nos siguen enorgulleciendo como argentinos.
Un dato que queremos compartir son los deportes más practicados en nuestro país y el mundo.