Recientemente hemos conocido que investigadores del Grupo de Robótica Híbrida de la Universidad de California, en Berkeley, han creado un robot cuadrúpedo con una correa que podría asumir la función y el papel de un perro guía, el cual podría ser de mucha utilidad a la hora de ayudar a los humanos a caminar de manera segura en ambientes interiores sin chocar con los obstáculos, como objetos o paredes.
En los últimos años, los robots de cuatro patas (también conocidos como robots cuadrúpedos) se han vuelto cada vez más sofisticados. Muchos de ellos también se han vuelto mucho más asequibles al ser fáciles de fabricar y construir a gran escala. Y como tienen cierto parecido a los perros, tanto en forma como en tamaño, los especialistas creen que podrían ser unos excelentes sustitutos de los perros guía, siendo incluso más fáciles de aceptar para los humanos que otros sistemas robóticos.
Un perro guía robótico llamado Mini Cheetah
En esta ocasión, el perro guía robótico ha sido equipado con un LiDAR 2D con la finalidad de detectar el entorno, una cámara para rastrear la posición del ser humano dirigido, una correa para guiar a las personas y, finalmente, un sensor de fuerza incluido en la correa para medir la fuerza que está aplicando el humano.
Hasta el momento, la mayoría de los diferentes sistemas desarrollados para guiar a las personas ciegas se basaban en brazos robóticos rígidos capaces de detectar obstáculos y ayudar a los individuos a sortearlos.
Sin embargo, ahora, el perro guía robótico, al estar sujeto a una correa flexible que puede ser estirada, apretada o soltada, en lugar de una estructura rígida, ofrece una mayor flexibilidad en los movimientos, lo que facilita su uso.
Además de la creación del perro guía robótico, los investigadores desarrollaron un modelo híbrido de interacción físico humano-robot capaz de describir las relaciones dinámicas entre el perro robótico y un usuario humano. Así, mediante el uso de este modelo desarrollaron un planificador reactivo capaz de cambiar entre los modos de correa tensa y floja, con la finalidad de guiar a los usuarios de forma más efectiva en los espacios reducidos.
Esto permite que, por ejemplo, cuando el humano entra en un espacio estrecho, como podría ser el caso de una esquina de un pasillo, el robot puede soltar la correa, lo que le permite reposicionarse y reorientar su ubicación sin influir directamente en el individuo humano. Luego, el robot puede dejar que la correa se tense para guiarlo a través de este pequeño espacio.