Destinos energéticos en Argentina que cautivan por su magia y mucho más

Nuestro país está lleno de estos espacios y la diversidad del paisaje es para todos los gustos.

Si bien hay lugares considerados místicos, hay otros que, con el solo hecho de estar cerca de ellos, comienzan a transmitir una vibra positiva que da calma.

Miles de turistas, expedicionarios, metafísicos y entusiastas de todo el mundo, se dan cita para ascender al cerro Uritorco, una de las joyas de Córdoba.

Así como el ser humano tiene centros energéticos o chakras, cada país también los tiene. Estos lugares se caracterizan por poseer una determinada energía que a su vez está asociada a una virtud.

Uno de los beneficios más tangibles de estos sitios es que sirven para energizarse con la frecuencia del lugar, pero, además, colaboran enormemente para tener aperturas mentales.

La actitud con la que visitamos estos sitios será determinante para el resultado final, ya que tienen un efecto potenciador en nuestras emociones. Es decir, si fuéramos contentos volveremos felices y si por el contrario fuéramos enojados, probablemente volveríamos furiosos.

Seguramente muchas veces hemos transitado por alguno de estos lugares sin conocer que eran centros energéticos. Pero probablemente tampoco nos resultaron indiferentes.

Periódicamente iremos comentando acerca de distintos sitios no solo de nuestro país (Argentina) sino también del mundo entero. Tal vez, conociendo más cómo actúa un centro energético en nosotros, planifiquemos los viajes bajo una onda de Buenas Intenciones.

Viajar a un nuevo destino fue durante mucho tiempo una forma de práctica espiritual. No sólo refresca y renueva el sentido de asombro, sino que está intrínsecamente unido a la idea del cuidado personal y la perspectiva para dar rienda suelta a reacomodamientos.

Sitios sagrados

Algunos destinos espirituales se han construido sobre la base de sistemas de creencias específicos, y algunos se conocen como tales simplemente en función de la energía y la vibración. Muchos sitios siguen siendo sagrados para ciertas comunidades, con años de historia y significado atribuidos a ellos. Los principales “centros energéticos” en la Argentina están en Capilla del Monte, en cerro Uritorco, Córdoba. Otro es Isidris, Mendoza, también Talampaya, La Rioja.

Los espíritus de la naturaleza están en Ushuaia.

Se suman otros lugares como Merlo, San Luis, y también Cariló, Buenos Aires. Muy interesante también es el Bosque Energético en Miramar, Buenos Aires, además de El Calafate, en Santa Cruz; Ushuaia, Tierra del Fuego. Pero hay que tener en cuenta que muchos lugares en Argentina pueden transmitir una vibra profunda aunque no sean considerados “centros energéticos”.

Cerro Uritorco

A 1979 metros sobre el nivel del mar, la cima del cerro Uritorco -la más alta del Valle de Punilla- se consagró como una de las principales sedes si de fuerzas esotéricas se trata. La energía es tan fuerte que ya ganó fama internacional. ¿Por qué? Razones sobran, pero empezar por el hecho de que varios aseguran haber visto ovnis y luces sobrevolando sus alrededores alcanza y sobra. Con su vibra característica, se convirtió en algo así como la casa oficial de terapias alternativas y técnicas de bienestar que van desde el yoga hasta el tai chi, motivo por el que se instaló a sus pies el reconocido Templo zen Shobogenji, dedicado a prácticas budistas.

El mejor momento para meditar en su cima es a la hora del atardecer, mientras el cielo se tiñe de naranja y la altura permite contemplar las tonalidades desde su mejor perfil. Para una experiencia aún más mística, se lo puede visitar de noche y conectar con las leyendas bajo un manto estrellado mientras se aguarda la aparición del sol en lo que es uno de los amaneceres más memorables de la región.

En el Teyú Cuaré la naturaleza regala calma y tranquilidad en Misiones.

Merlo

Y si se trata de lugares energéticos, Villa de Merlo en San Luis es uno de los tres lugares en el mundo con microclima propio, en el que se da algo muy particular, las rocas del lugar despiden una carga eléctrica muy baja con ionización negativa mientras que a la vez liberan átomos de oxígeno que luego se transforman en ozono, según explican sus habitantes. Todos estos factores ecológicos estudiados hasta el hartazgo, proporcionan un oxígeno muy beneficioso para todos los seres vivos que se encuentren allí. Con la sierra de los Comechingones de fondo, que se ve desde todo punto, invitan a paseos relajados entre su particular flora y siestas que nunca podrán evitarse. La mayoría de los alojamientos allí, comprenden actividades específicas para acompañar esta energía especial que rodea el ambiente y nos prepara para una recarga total. Más información del destino en villademerlo.tur.ar.

Canal Beagle

Los bosques fueguinos, sobre todo en los alrededores de Ushuaia, son lugares donde se siente de manera muy palpable la presencia de seres sutiles, los llamados “espíritus de la naturaleza”. Caminar por las picadas que bordean la costa puede hacerte sentir como si una multitud de ojos se posaran en vos. Se escuchan murmullos. Risas. Hay que caminar con el corazón sereno y –por qué no- dejar alguna ofrenda de frutos secos para esa “gente pequeña”. Invisibles, pero muy presentes. Más información del destino en tierradelfuego.org.ar.

San Ignacio

Una experiencia más cercana se puede vivir a pocos kilómetros de Posadas, en plena Selva del Teyú Cuaré. El nombre proviene del Peñón de Teyú Cuaré, una roca de casi 200 metros de altura que funciona como un excelente mirador sobre el río y la selva. También hay ruinas jesuíticas y petroglifos guaraníes, aunque tapados por el agua. Además, hay cuatro senderos de interpretación y una zona de acampe agreste en la barranca del río, cuidada por los guardaparques. Existen dos senderos principales en el parque: El primero es el sendero de los miradores donde se ven unas fabulosas vistas del río Paraná y del Paraguay y el segundo sendero es el que va a las ruinas de la casa de Martín Borman.

El Bosque Energético de Miramar, en la provincia de Buenos Aires, desata miles de leyendas.

El Bolsón

Con decenas de centros de bienestar, El Bolsón se afianzó como la sede oficial del turismo holístico de la región. El cerro Piltriquitrón es el protagonista de esta localidad enclavada en un paraíso natural montañoso que comparte una energía especial en sus cascadas, lagos y bosques con quienes lo visiten. Esa quietud y tranquilidad da lugar a propuestas que van desde meditación hasta reflexología, reiki, lectura de aura, yoga, acupuntura, masajes espirituales y más terapias.

Copahue

Otra forma de relax se encuentra en las fuentes de agua termal que existen en el país, una de ellas, Copahue, un enclave de aguas minerales de origen volcánico en el que las terapias de fangos y algas son un clásico. Todos los años este destino alberga el encuentro “Copahue Medita” que se realiza del 3 al 5 de febrero. En este evento abierto a todos se puede disfrutar de actividades como relajación, meditación, reflexión, postura corporal, caminatas, talleres de reiki, talleres de transformación energética y constelaciones familiares, musicoterapia, yoga, excursiones astronómicas, charlas sobre medicina alternativa y terapias, además de una feria y exposición de productos naturales. Todos representados por distintos profesionales de la Patagonia.

Miramar

En este caso, además de playas prolongadas, el atractivo principal está en su secreto Bosque Energético. Oscuro, fresco, húmedo y silencioso, sus dos hectáreas envuelven fenómenos, mitos y leyendas que van desde avistaje de gnomos u ovnis a estudios sobre propiedades electromagnéticas y teorías de la caída de un meteorito hace más de tres millones de años atrás. Psíquicos y científicos de todo el mundo se acercan a contemplar y sentir su enigmática vibra entre pinos y troncos, un oasis de paz en plena costa. En él, la oportunidad de encontrar un espacio idóneo para contagiarse de la energía vital de su vegetación -no es raro encontrar gente abrazando los míticos árboles- y practicar tanto meditación como yoga. Más información del destino en miramar.tur.ar.

Talampaya, un lugar energético que resguarda escenarios naturales asombrosos en La Rioja.

Talampaya

Es un inmenso corredor de energía, con distintas zonas y áreas. Algunas parecen realmente pistas de aterrizaje, otras anfiteatros para gigantes. La sensación física es la de estar de nuevo en el Jurásico. La presencia de objetos no identificados en el cielo es muy frecuente. Puede que no los veas en forma directa, pero aparecen en las fotos. Esto es muy habitual en varios sitios energéticos, pero aquí es muy notable. Los baqueanos saben de rincones muy potentes para experimentar la delgada frontera entre la realidad ordinaria y lo inesperado.

Las Juntas

No la vas a encontrar en el típico listado de destinos energéticos. Sin embargo, es digno de mención aquí. Es un sector en la montaña, en la “junta” de dos ríos, con un pequeño pueblo donde se comen las empanadas más ricas de la región en Catamarca. Los relojes se desconfiguran y la sensación interna de la cronología se trastoca. Cuando para algunos pueden pasar minutos, para otros se sentían como horas. Las distorsiones de tiempo suelen ser frecuentes en los lugares con mucha actividad magnética.

¿De qué se trata esto?

Desde el punto de vista de la ciencia, son enclaves en donde se producen fenómenos electromagnéticos naturales debidos a la geografía del lugar. Cruces de ríos, bosques, montañas con alto contenido de cuarzo, son algunas de las variables que los académicos citan para dar cuenta de los sucesos fuera de lo habitual.

Para muchas personas se trata, indudablemente, de portales con civilizaciones intraterrenas, pistas de aterrizaje extraterrestre o portales dimensionales. Para otros, es sencillamente la expresión de lo sagrado, con señales para advertir a la conciencia acerca de quiénes somos y qué es esto llamado existencia.

Como nos enseña la sabiduría ancestral: no es lo que hay allí sino nuestra relación –atenta y profunda- con estos lugares lo que los convierte en lugares sagrados.

La energía es la única sustancia real en el universo. En estos vórtices especiales, es posible ser testigos de su danza eterna.

¡Tomá tu mochila, tu bolsa de dormir y una cámara para registrar tus descubrimientos y date una vuelta por estos lugares increíbles!

Y así, no solo vivirás una salida diferente, sino que podrás recuperar –al menos un poquito- el contacto con tu propia magia.

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