Verónica Marchisio, integrante del Tribunal de Juicio, brindó detalles sobre el trabajo realizado en relación al femicidio de la médica Alejandra Accetti. Explicó que desde la justicia se debe abordar el tratamiento de causas con perspectiva de género. Para ello, las fiscalías especializadas podrán llevar adelante las investigaciones en relación a casos de violencia de género.
RIO GRANDE.- El femicidio de la médica María Alejandra Accetti sacudió a la provincia de Tierra del Fuego y la condena a prisión perpetua de José Sebastián Cortés Toranzo por homicidio doblemente agravado por el vínculo fue ejemplar.
Al respecto la jueza del Tribunal de Juicio en lo Criminal del Distrito Judicial Norte, Dra. Verónica Marchisio, manifestó que “este Tribunal es el segundo caso en el que debe intervenir en relación al juzgamiento de un hecho caratulado como femicidio, esto es la muerte de una mujer en manos de un hombre en un contexto de dominación histórica, patriarcal, de asimetría de poderes. Un caso muy crudo, con una brutalidad extrema”.
La magistrada sostuvo que tanto desde la justicia como integrantes de una sociedad, incluso como mujer, “se trabaja en repeler, concientizar, sancionar luego, en el caso de ser un funcionario que tiene acceso a esas herramientas, y de prevenir, de buscar siempre acciones para que esto no ocurra”.
Asimismo, señaló la desigualdad histórica en cuestiones de género y la necesidad de un enfoque integral. “Estamos en un camino, como sociedad, donde podemos comenzar a sentarnos a hablarlo”, lo que permite poder avanzar en la búsqueda de una solución, reconociendo que se trata de un largo camino, una situación histórica en relación a la desigualdad que existe entre el hombre y la mujer.
Verónica Marchisio brindó detalles de las particularidades del caso Accetti reconociendo que se trató de una verdadera situación que concentra todo tipo de aditamentos propios a los de violencia de género, “ya que se logró comprobar situaciones de una asimetría extrema, de un control por parte del hombre, de celos, de violencia psíquica”; asimismo, agregó que la víctima, en este caso, a su vez sufrió “violencia física, precariedad de una relación de tal dominación donde la mujer ya se da por vencida porque asimila esa violencia como parte de la aceptación con el hombre”, puntualizó.
La magistrada hizo particular hincapié en la importancia de basar las decisiones judiciales en las pruebas presentadas por las partes involucradas en el caso, entendiendo que tanto la defensa como la fiscalía adjuntaron, acompañaron y reprodujeron a lo largo de todo el debate la totalidad de las pruebas que resultaron contundentes a la hora de fijar la pena como femicidio; entendiendo que la muerte de una mujer se produjo en manos de un hombre por el contexto de género. “No nos resultó difícil poder lograrlo porque las pruebas bastaban. El plexo probatorio fue tan rico, lamentable, pero rico en esta materia, que pude trabajar con esa tranquilidad de que no cabía la menor duda de la responsabilidad de Cortés Toranzo en la muerte de esa mujer y en el contexto en el que se había dado”, manifestó.
Perspectiva de género
Verónica Marchisio habló particularmente sobre lo imperioso de vincular la perspectiva de género en todas las investigaciones y especialmente en la formación de los profesionales que son parte del sistema judicial. “La visión de una investigación en una causa donde murió una mujer, tiene que ser necesariamente con una perspectiva de género y debemos capacitarnos para poder incorporarla”. Agregando que “debe ser un reconocimiento que todos estén formados en género y tengan esa mirada ante algún delito que vulnere algún derecho contra la mujer, contra su dignidad, contra su libertad o contra su integridad sexual”.
A raíz de ello, explicó que se debe trabajar fuertemente en fiscalías especializadas en género, tal como ocurre en la ciudad de Ushuaia y otras provincias. Cabe destacar que en la ciudad de Río Grande se aguarda por la designación de un fiscal que lleve adelante la totalidad de las causas por violencia de género. “Las fiscalías especializadas en género da una alegría inmensa porque, evidentemente, algo se fue sembrando y da resultados y resulta útil y necesario que haya, sobre ciertas temáticas, una mirada mucho más específica y con una capacitación mucho más profunda de la que todos los funcionarios tenemos”, finalizó la Dra. Verónica Marchisio.