El 26 de julio se eligió como fecha mundial para resaltar el valor de las turberas. El objetivo es generar conciencia alrededor de la importancia de estos ecosistemas. Argentina, posee en Tierra del Fuego, uno de los turbales mejor conservados del mundo.
RIO GRANDE.- El impacto de los cambios en el clima, llevó a la comunidad científica, económica, organismos internacionales, gobiernos y a diferentes sectores del ámbito privado a buscar herramientas y soluciones que apunten a la mitigación de éstos.
Como medidas de mitigación se conoce a las acciones encaminadas a reducir y limitar las emisiones de gases de efecto invernadero.
Las que buscan reducir la vulnerabilidad ante los efectos derivados del cambio climático, se denominan, medidas de adaptación: “Nuestro país, por sus características económicas y sociales, es un país con alta vulnerabilidad a los impactos del cambio climático, pero a diferencia de otros lugares en el mundo todavía contamos con espacios naturales que mantienen un alto valor de conservación. Los turbales de Tierra del Fuego, específicamente los de Península Mitre son uno de los ecosistemas dentro de la Argentina, de más relevancia en este sentido. Poder tener un día para las turberas es un elemento más para poder tener la oportunidad de ponerlas en valor y generar ámbitos de discusión sobre su manejo”, indicó Rodolfo Iturraspe, ingeniero en Recursos Hídricos y Docente investigador del ICPA-UNTDF.
Los turbales, son muchas veces descritos, como los “patitos feos” o “la cenicienta de los humedales”. Han sido descuidados durante mucho tiempo, debido a la falta de conocimiento de los beneficios proporcionados por este ecosistema. Como consecuencia, fueron sobre explotación o destruidos. El 15% de los turbales del mundo ya han sido drenados y hay al menos 500,000 km2 de turberas degradadas en el mundo.
Alrededor de 2 mil millones de toneladas anuales de CO2, son liberadas a la atmósfera como consecuencia. Las turberas contienen el 42% de todo el carbono orgánico del suelo, almacenando incluso el doble que todos los bosques del mundo. En Argentina el 84,5% de toda la turba se encuentra en Península Mitre.
En muchas áreas dentro de los turbales, domina la planta “Astelia Pumila” que hace que los turbales de esta zona absorban 4.5 veces más carbono que el resto de los turbales de la Isla. Otro factor es su gran extensión. Este ecosistema tan complejo ha logrado mantenerse sin ser fragmentado, llegando a ser el punto de mayor captura de carbono en Argentina: “La primera vez que fui a Península Mitre fue hacia fines de 1986, por un relevamiento hidrológico. Fuimos con la gente de la Dirección de Hidráulica del entonces Territorio, hicimos mediciones de ríos, tomamos muestras químicas del agua y ahí me impresionó las características de las turberas. Parecía un mundo distinto”, relató Iturraspe.
“Estamos acostumbrados a ver “islas” de turberas en un ambiente de bosque y suelo mineral, en tanto que allá era al revés: el ambiente era todo turberas y las islas eran de bosque sobre el suelo mineral -siguió describiendo el docente-. Y, si algo me hizo ver la importancia de las turberas en la regulación hidrológica de ese ambiente era el color del agua, un color típico de los ácidos húmicos, es decir que toda el agua que drenaba había sido en algún momento retenida por las turberas. Desde entonces, he ido varias veces.”
La mayor parte de la gente no sabe qué es una turbera
“La mayor parte de la gente no sabe qué es una turbera o por lo menos no sabe que son ecosistemas que se han desarrollado a través de más de 10.000 años. Que son irreemplazables, que su uso extractivo no es sustentable. Por eso, si uno lo compara con otros ambientes, como por ejemplo el bosque, no pasa lo mismo. Todos hemos tenido desde la escuela primera una concientización sobre el árbol, sobre el bosque, sobre las funciones que presta para la renovación del oxígeno y que son pulmones naturales. Eso genera desde niño una conciencia sobre el tema…Creo que hay que tender a que justamente haya una educación, ya en el sistema formal, que tenga que ver con la toma de conciencia en relación a estos humedales”, expresó el especialista.
Hoy Tierra del Fuego cuenta con una riqueza extraordinaria
Este turbal, es el más extenso de Sudamérica, aunque desde hace un tiempo, comenzó a degradarse, en gran parte por la falta de regulación de distintas actividades. Una de las mayores amenazas son los animales introducidos: caballos, las vacas y los castores. De no conservarse, el carbono que lleva almacenada la península a lo largo de miles de años volvería a la atmósfera.
Hoy Tierra del Fuego cuenta con una riqueza extraordinaria y la posibilidad de protegerla a través de la sanción de la ley que cree el Área Natural Protegida Península Mitre. Las funciones de los turbales no tienen ni límite ni fecha de vencimiento, si se conservan, pueden seguir almacenando carbono para siempre.