Día Mundial de la Hepatitis

El 28 de julio se conmemora el “Día Mundial de la Hepatitis”, en honor al premio Nobel de Profesor Baruch Samuel Blumberg, quien descubre el virus de la Hepatitis B y desarrolla la primera vacuna para combatirlo.

USHUAIA.- La hepatitis es una inflamación del hígado que puede causar una serie de problemas de salud y puede ser mortal. Las cinco cepas principales del virus de la hepatitis son las de los tipos A, B, C, D, y E. Si bien todas ellas causan enfermedad hepática, se diferencian en aspectos importantes, sobre todo en los modos de transmisión, la gravedad de la enfermedad, la distribución geográfica y los métodos de prevención.

La Dra. Valeria El Haj, directora Médica Nacional de OSPEDYC, explica que: “En general estos virus tienen distintos períodos de incubación, con formas de vía de infección que los distinguen, pero con presentación clínica muy similares, con abanico de ser asintomáticos o evolucionar a las formas crónicas, con desarrollo de cirrosis hepática hasta la aparición de cáncer hepático, como puede suceder en individuos infectados con el virus B y C”. Y agrega que: “En todo el mundo, se estima que 325 millones de personas sufren hepatitis B y/o C, y para la mayoría de ellas, las pruebas y el tratamiento siguen siendo inaccesibles”.

Clasificación de los virus

Estos virus se diferencian en dos categorías. Por un lado, se presentan los Virus Enterales, que engloban los tipos de hepatitis A o E, que se transmiten vía fecal, oral o forma entérica, por medio de las comidas, las aguas contaminadas o el contacto con personas infectadas. “Para el virus tipo A existe inmunoprofilaxis a través de una vacuna efectiva”, comenta la Dra. El Haj.

Por otro lado, se encuentran los Virus Parentales, que abarcan los virus B, D o C. “Si bien falta recorrer un camino para la cura de la infección del virus B, existe inmunoprofilaxis para este virus. Esta vacuna, que se presenta en tres dosis (0-1 – 6 meses) en forma intramuscular, tiene una protección efectiva hasta 25 años, y es recomendada en infantes de madres portadoras, niños, adolescentes y adultos de riesgo, como el personal de la salud”, explica la profesional. Y agrega que: “Asimismo, en la actualidad, existen tratamientos terapéuticos para la curación de la hepatitis C, con fármacos por vía oral en corto tiempo, pero con un costo sumamente elevado al día de hoy”.

Medidas de prevención

Según la profesional de OSPEDYC, en la fase inicial de la hepatitis, conocida como “fase aguda”, los síntomas que se presentan son similares a los de una gripe leve e incluyen fiebre, dolores articulares y/o musculares, nauseas, pérdida del apetito y también pueden incluir: orina oscura, urticaria, prurito, heces de color claro, la coloración amarillenta de la piel, los ojos y la lengua (ictericia).

“La evolución del paciente después de la fase aguda dependerá de varios factores, en especial del tipo de hepatitis. Algunas personas no sabrán que tienen hepatitis crónica hasta que aparece la insuficiencia hepática”, desarrolla la Dra. El Haj y a la vez, brinda una serie de medidas de prevención para disminuir el impacto de los virus de la hepatitis:

-En principio, es necesario el compromiso de los Estados porque la primera instancia se trata de un buen nivel de higiene, entendiéndolo de un modo amplio, ya que integra no solo la necesidad del constante lavado de manos, sino acciones que necesitan de infraestructura como el acceso al agua potable, necesaria para el consumo y limpieza de los alimentos, reposición hídrica diaria, etc.

-Protección sexual: debido a que la transmisión de algunas de ellas, como la hepatitis B se produce por contacto con fluidos infectados, como saliva, semen, etc.

-No compartir elementos de higiene personal: como cepillo de dientes y tener cuidado con el uso de jeringas u objetos punzantes, como en el caso de la realización de tatuajes.

-Controlar el consumo de alcohol, medicamentos y el sobrepeso: son agravantes de los síntomas.

-Respetar el calendario de vacunación: la vacuna contra la hepatitis B debe aplicarse a todos los bebés al nacer y a los adultos en riesgo, en tanto que la vacuna contra la hepatitis A debe aplicarse a todos los bebés al año de nacimiento. La hepatitis C no tiene vacuna, pero ya se desarrollaron tratamientos para combatir la enfermedad.

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