Durante la travesía a pie realizada entre el 12 y 22 de abril pasado el equipo enfrentó las inclemencias del clima otoñal fueguino y llevó a cabo prospecciones arqueológicas y sondeos en las localidades conocidas como Río Bueno y Playa Donata.
USHUAIA.- El arqueólogo Martín Vázquez (IDEI) y el geólogo Alejandro Montes (ICPA), docentes investigadores de la Universidad Nacional de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, llevaron a cabo una campaña en la zona en el marco del Proyecto PIDUNTDF denominado: “Diagnóstico del patrimonio arqueológico y geomorfológico de Península Mitre (Tierra del Fuego) y su potencial uso turístico”, financiado con recursos propios de la Universidad pública fueguina mediante convocatoria de la Secretaría de Ciencia y Tecnología de la UNTDF.
El equipo de investigación estuvo integrado por el estudiante de la Licenciatura en Geología Iñaki Gómez Vereda y Patricio Rebelo, estudiante de la Licenciatura en Turismo, con la participación del arqueólogo Lucas Turnes, quien desempeña labores en la Dirección General de Patrimonio y Museos dependiente de la Secretaría de Cultura Provincial.
Durante la travesía a pie realizada entre el 12 y 22 de abril pasado el equipo enfrentó las inclemencias del clima otoñal fueguino y llevó a cabo prospecciones arqueológicas y sondeos en las localidades conocidas como Río Bueno y Playa Donata.
Península Mitre representa uno de los lugares más remotos y prístinos de la Argentina. Designada como Área Natural Protegida por la Ley Nº 1461, abarca 300.000 hectáreas terrestres y presenta una combinación única de factores que la distinguen en términos de biodiversidad y belleza escénica. Esta región, donde solo unos pocos aventureros se atreven a desafiar sus latitudes, alberga una diversidad de ecosistemas que van desde bosques subantárticos hasta turberas y estepas, permitiendo la coexistencia de una amplia gama de especies vegetales y animales, incluyendo especies endémicas y en peligro de extinción.
En su rol de director del proyecto, el arqueólogo Martín Vázquez destacó: “Sabemos que no hay muchos antecedentes científicos en este lugar; se hicieron algunos trabajos en la década del 80. Es una localidad muy interesante en términos geomorfológicos que nos permitirán analizar su potencial turístico”. Asimismo, enfatizó que “conocer la evidencia del patrimonio histórico en su sentido más amplio es necesario para promover un uso racional del Área Natural Protegida y construir relatos desde la perspectiva local”.
Mediante tecnología GPS diferencial de alta precisión, se midió la altura de las playas para determinar cómo ha cambiado el nivel del mar en los últimos 7 mil años. El geólogo Alejandro Montes destacó: “Pudimos analizar que hace 6 mil o 7 mil años en la zona del puesto Río Bueno había una bahía profunda que se fue rellenando con sedimentos hasta alinearse con la costa actual; por lo tanto, corroboramos que el paisaje ha cambiado mucho en su distribución”. Además, señaló el impacto negativo que genera el ganado suelto en el sustrato y en los sitios arqueológicos.
Cabe destacar que la ubicación geográfica estratégica de la Península Mitre permite la observación de aves migratorias, mamíferos marinos y otras especies que encuentran en esta región un hábitat propicio para su desarrollo. Por otro lado, la escasa intervención humana ha contribuido a preservar sus paisajes naturales, convirtiéndola en un área de gran interés para la conservación y el ecoturismo responsable.