Un grupo de investigadores de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) trabaja en el desarrollo de un antioxidante para vinos jóvenes que reemplazará el agregado de compuestos de azufre, que disminuye la calidad final de la bebida, con lo cual se apunta a una producción sustentable, natural y con aporte de valor agregado, informaron hoy voceros académicos.
SANTA FE (TELAM).- Se trata de un desarrollo de investigadores de la Facultad de Ingeniería Química (FIQ) de la UNL, en conjunto con la empresa Laboratorios Baher, que recibió un financiamiento de 4 millones de pesos tras ser seleccionado en la convocatoria SF Innovar 2022, de la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación de Santa Fe.
Las fuentes indicaron que se trata de la producción de un extracto rico en antioxidantes, en particular estilbenos, a partir de descartes provenientes de la poda de la vid, con la finalidad de reemplazar el agregado de compuestos de azufre.
“El azufre es utilizado como el conservante más tradicional en la industria vitivinícola a pesar de los inconvenientes secundarios que genera, como la depreciación organoléptica de los vinos, alergia, inconvenientes de salud ocupacional, entre otros”, explicó Pablo Torresi, docente investigador de la FIQ y director del proyecto.
El trabajo se basa en el desarrollo de todo el proceso de extracción, purificación y estabilización de los compuestos y la construcción de una planta piloto para validar esa tecnología a una escala relevante.
La empresa, junto al grupo de investigación responsable de la UNL, desarrolló la metodología a escala laboratorio, que se encuentra ubicado en el contenedor tecnológico Dr. Gustavo Fester, en el sector este de Ciudad Universitaria UNL.
Actualmente buscan, por un lado, validar la tecnología a escala piloto y, por el otro, validar el producto por medio de pruebas en vinos jóvenes a realizar en bodegas.
En ese sentido, Torresi destaca que “a principios del próximo año vamos a enviar estas muestras y se van a ensayar directamente en las bodegas. Eso es lo más importante: lograr la validación comercial. Después de eso probablemente lleguemos al escalado industrial”.
Con ese fin están trabajando con bodegas de Mendoza en mayor medida y algunas más pequeñas de Santa Fe y Entre Ríos.
Esos extractos mejoran la calidad del vino, con lo cual una bodega que recién inicia puede aumentar su calidad de manera natural.
“El impacto del proyecto es difícil de medir en esta instancia, aunque, si los resultados de esta primera etapa son los esperados, podemos desarrollar un proceso único en el país con alto valor agregado y con potencial exportador”, explicó Alberto Gaspoz, gerente de Laboratorios Baher.
Para llevar a cabo el proyecto, los investigadores y la empresa se presentaron a la convocatoria SF Innovar 2022, donde fueron seleccionados y se les otorgó un aporte no reintegrable de 4 millones de pesos.