Donó su indumentaria de Malvinas

Ramón Antonio Carballo es otro de los héroes de Malvinas que vive en Río Grande. En el Centro de Veteranos de Guerra de Malvinas se pueden ver algunas indumentarias que fueron utilizadas por los soldados. Uno de esos equipos es el que utilizó Carballo.

Al contar su historia, Ramón Antonio Carballo manifestó su tristeza por no poder realizar la Semana de Malvinas y la Carpa de la Dignidad. El combatiente, quien es uno de los integrantes del Centro de Veteranos de Guerra de Malvinas de Río Grande, con cierto orgullo le contó a El Sureño que uno de los equipos exhibidos “me pertenece”.

Cuando se declaró la guerra, Carballo tenía 21 años y era Cabo Primero del Ejército. “Yo era encargado de grupo y en el 1982, junto con mis compañeros, fuimos destacados a Puerto Argentino. Recordó que llegaron a las Islas Malvinas entre la noche del 13 y la madrugada del 14 de abril. Una vez que llegamos a Puerto Argentino, nos quedamos a la espera que nos asignen un lugar para la defensa de Puerto Argentino.

El Veterano recordó que fue a Malvinas con el Regimiento N°1 de Patricios y algo que fue llamativo para él es que en un principio habían sido designados para formar parte del Ceremonial y Protocolo del gobernador, que en ese entonces era Mario Benjamín Menéndez.

Carballo formaba parte del Regimiento de Patricios cuando fue a Malvinas. Tenía 21 años.

Explicó que por las circunstancias del combate y por algunas otras razones, nos enviaron a posiciones de defensa.

Carballo contó que una vez finalizada la Guerra de Malvinas, volvió al Regimiento de Patricios y continuó por otros dos años. Luego, en el año 1986, fue destinado al Regimiento de Infantería Mecanizado 25 que era el regimiento del coronel Seineldín. “Me quedé en ese regimiento y luego me vine a vivir a Río Grande y acá me quedé a vivir”.

El Veterano dijo que estuvo 66 días en las Malvinas y “esta es la indumentaria que utilicé en todo momento”.

El uniforme está compuesto por una chaqueta, un pantalón de combate y el duvé, todo en color verde militar sin vivos que se destaquen.

“Una vez desfilé con este equipamiento en un acto. En esa oportunidad decidí dejar este equipo acá en el Centro de Veteranos de Guerra que es el lugar donde tiene que estar”, contó Ramón Antonio.

Hoy, a los 66 años, Ramón Antonio Carballo cuenta su historia con nostalgia y con emoción. “Me entristece un poco esto de que no podamos disfrutar de la Carpa de la Dignidad pero lo tomamos como tal, así como lo impuso la pandemia y las restricciones. Tengo la esperanza de que en algún momento todo se normalice”.

El Veterano manifestó que siempre tuvo la misión de ir a buscar a los chicos en un colectivo que era cedido por Gobierno, a los colegios que quedan lejos de la ciudad, tanto de la Margen Sur, la Misión Salesiana y los de los colegios rurales y traerlos hasta la Carpa de la Dignidad para el recorrido habitual. “Siempre tenemos ganas de rendirles homenaje a los compañeros caídos en Malvinas pero, lamentablemente, hace dos años que no podemos hacer nuestro homenaje”.

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