Dos calles sin pavimento, y una tranquilidad en el tránsito que permite la libre circulación de niños ciclistas. Y el Club O’Higgins que comenzaba a crecer.
Dos calles sin pavimento, y una tranquilidad en el tránsito que permite la libre circulación de niños ciclistas. Y el Club O’Higgins que comenzaba a crecer.