Bradley Cooper tenía una idea y para llevarla a cabo fue tajante con un simple pero esencial detalle.
Nace una estrella, dirigida por Bradley Cooper, se consolidó rápidamente como un fenómeno cinematográfico de 2018. La película, una nueva adaptación del clásico de Hollywood, recibió elogios tanto de críticos como de espectadores. Cooper, en su debut como director, demostró una habilidad excepcional para capturar la esencia cruda y emocional de la historia, con una narrativa que combina música, drama y romance de manera magistral.
La película contó con un detalle muy especial: Lady Gaga, en su primera incursión en el cine como actriz principal, que ofreció una interpretación que sorprendió a todos. Su actuación como Ally, una aspirante a cantante que encuentra su camino en el competitivo mundo de la música, fue aclamada por su autenticidad y profundidad. La cantante, conocida por su estilo extravagante y su presencia imponente en el escenario, se adentró en un terreno más íntimo y vulnerable, mostrando una faceta completamente nueva de su talento.
Mirá el trailer de la película acá:
Para realizar esta adaptación moderna de la historia, Cooper tomó diversas decisiones importantes y entre ellas hay una muy curiosa. Es que el director y actor le dio a su protagonista una simple pero llamativa orden: tenía prohibido usar maquillaje.
La apariencia física de Ally en la película llamó la atención pues no es tan común que las actrices se vean “a cara lavada” pero según Lady Gaga “intenté introducir algo de maquillaje, pero Bradley no lo aceptó”.
La decisión es curiosa pues la cantante se caracterizó por muchos años por lucir trajes y una apariencia muy extravagante e inusual, al punto que muchas personas incluso admitieron que no conocían realmente la cara de Gaga. Nace una estrella fue una de las primeras veces donde el público pudo apreciar cómo luce la artista en realidad.
Esta directiva por parte de Bradley Cooper traía la idea de fidelizar la imagen del personaje de Ally en A Star is Born. El director buscaba mantener la autenticidad y crudeza del personaje, alineándose con la narrativa de la película. Esta elección permitía a la audiencia conectarse más profundamente con la historia, mostrando a Gaga de una manera más vulnerable y real, lo que añadió una capa de genuinidad y profundidad a su interpretación.
Lady Gaga confesó en una entrevista con Los Angeles Times que su personaje en la película repite cómo se siente fea y que esta revelación resonó con sus propios sentimientos de inseguridad. Gaga admitió que, a pesar de manifestar siempre la aceptación y el amor propio, no siempre practica lo que dijo. “Cuando mi personaje habla de lo fea que se siente, eso fue real. Soy tan insegura. Me gusta predicar, pero no siempre practico lo que predico”.