El Club Náutico Ioshlelk Oten cumplió 30 años

20 de junio de 1992 -20 de junio de 2022-, 30 años cumplió ayer el mítico Club Náutico Ioshlelk Oten, el decano del canotaje de la ciudad y uno de los más importantes de Tierra del Fuego, y los 30 años llegaron con un festejo poco habitual, de hecho jamás realizado, bautizando nuevos interesados en formar parte de la actividad.

RIO GRANDE.- La jornada para la flamante Comisión Directiva y los socios de la institución comenzó muy temprano; alrededor de las 09:00 llegaron a la sede social de Montilla 1047 del barrio AGP para preparar todo con vistas a la llegada de los nuevos «remeros», y fue así que desde las 10:00 y hasta las 10:30 compartieron mates, té o bien un mate cocino acompañado por algunas exquisiteces que las mismas socias hornearon para la ocasión, y antes que el reloj macase las 11:00, todos se dirigieron al centro de predio.

Allí está instalado un viejo mástil que se utiliza para ocasiones especiales, y esta lo fue, no sólo porque ellos cumplen años, sino porque es el Día de la Bandera, y siempre unen el inicio de los festejos acompañados por representantes de Prefectura Naval Río Grande, Batallón de Infantería de Marina N° 5, socios e invitados, y esta vez la palabra dirigida a los presentes estuvo a cargo de Ricardo Pereyra, primer Vicepresidente de los Amigos del Agua acompañando a Carlos María Ratier, y un periodo más tarde, se convirtió en el segundo presidente de la institución, y tras un lapso fuera de la provincia, Pereyra volvió a Río Grande y se sumó a los festejos de su amado Club, al cual encontró muy cambiado y para mejor según sus propias palabras.

Tras entonar el himno nacional a capela, los presentes se dirigieron nuevamente al salón principal de la sede social, donde los nuevos remeros recibieron los primeros consejos antes de meterse al agua, y los primeros tips fueron brindados por «Viejas del Agua», una especie de corriente dentro del club que le ha dado otro enfoque a la institución y que con el empuje de ellas se busca recuperar la masa societaria y un mayor novel de participación en cada uno de los eventos que se realicen desde la institución.

Una vez finalizadas las recomendación para subirse a los kayaks dobles a mando de experimentados remeros del Club, se lo equipó con ropa adecuada, los salvavidas a medida de cada uno de los debutantes, y todos ayudaron a llevar las embarcaciones a la costa del río Grande.

Seis fueron los kayaks dobles que estuvieron en el agua al mismo tiempo, aprovecharon la última hora de marea en ascenso, y sobre todo las condiciones climáticas para navegar, dado que si bien el frío se hizo sentir algo más que lógico que se tiene en cuenta la época del año que eligieron para realizar este bautismo, la falta de viento y el sol a pleno de la mañana, tornaron al río en un espejo de agua que poco complicó a los participantes, lo único que «sufrieron» en la primera hora fue al momento de volver al mismo punto de partida en la playa dado que todos se encaminaron rumbo al puente General Mosconi y antes de llegar a las inmediaciones del mismos, viraron para volver y se encontraron que aún el mar estaba ingresando al río y la corriente no fue nada fácil de palear, se exigieron mucho para remar corriente en contra y poder llegar a destino.

Los que subieron en segundo lugar a las embarcaciones fueron beneficiados por la pleamar que casi no los molestó para dar la mencionada vuelta por el río Grande, es más, algunos pudieron realizar una vuelta más amplia a la primera y finalizar todos con la satisfacción de haber realizado sus primeras armas en la disciplina, y que de querer sumarse a la actividad, deberán realizar los cursos que el club realiza desde fines de octubre a mediados de diciembre por la instructora Loly Villanueva, muchos de ellos llevados a cabo en la laguna de Kosovo a la vera del lago Fagano y que tiene una duración de tres días consecutivos.

Una vez bautizados todos los presentes, se habían anotado 33 personas pero finalmente fueron 16 los que se hicieron presentes y desafiaron al frío de la época y todos ellos quedaron maravillados de su primera experiencia, pero sin dudas que cuando el club realice esta clase de bautismo en primavera, la respuesta será aún mayor, quizás no tan sorprendente cuando lo realizaron el 8 de marzo de 2020 festejando el Día de la Mujer, donde las chicas superaron las 100 remeras en la «piscina» de Prefectura Naval, pero el número ascenderá fácilmente al medio centenar como mínimo.

Una vez abajo de sus embarcaciones, ayudaron al traslado a la guardería que tiene en uno de los laterales de la sede social, y tras cambiarse y compartir algo caliente para recuperar el calor perdido, algunos de ellos se quedaron a compartir los tradicionales asados a la canasta de los Amigos del Agua, y esta vez por cuestiones lógicas se lo extrañó a Paulino Hernández, socio fundador y uno de los dueños de la parrilla junto al Negro Ponce, esta vez los parrilleros fueron Fabián Márquez y su ladero Sebastián Marchisio.

Del asado participaron algunos viejos miembros de la institución, como Carlitos Hansen o Lucho Gamín, los socios 17 y 6 respectivamente, ambos miembros de la primera comisión directiva y ambos a la postre, presidentes de la institución que hoy rige Karina Vásquez, la primera mujer electa en Asamblea y que fue la cara visible de los festejos, acompañada por muchos miembros de la comisión, casi todas ellas damas, pero también acompañada por remeros de siempre como Fabián Sena, Pablo de la Vega o Fabián Rodríguez por mencionar solo algunos.

La jornada culminó cerca de la merienda, hasta esa hora se extendió la entrega de reconocimientos a los valientes nuevos remeros, a los colaborados de siempre y cerró con el corte de la rica torta de cumpleaños que fue compartida por todos los presentes.

30 años de vida, una enormidad en una ciudad que acaba de cumplir su Centenario y que en los primeros cien años, pocos clubes crecieron al ritmo que lo hizo los Amigos del Agua. ¡Salud!