Uno de los comedores más importantes de la ciudad de Río Grande es, sin dudas, el Comedor de María, que el pasado 26 de mayo cumplió 15 años al servicio de la gente. María González, junto a la gran familia, festejó el aniversario. “Estoy muy agradecida por la solidaridad de la comunidad”, señaló María.
RIO GRANDE.- Ya pasaron 15 años desde aquella primera vez en que María González, una vecina de esta ciudad, comenzó con una actividad solidaria muy pequeña sin saber que luego de años, esa pequeña acción se convertiría en una institución que brinda asistencia a cientos de familias que están necesitadas.
El Comedor de María nació hace 15 años pero en el barrio Los Fueguinos, más precisamente en calle Los Sauces Casa 11, en otro sector de la Margen Sur. Hoy, desde hace 5 años, la institución funciona en calle Uani 854 planta baja, departamento B. Es en ese lugar donde María, la responsable del comedor, continúa con su acción solidaria, acompañada de su familia y de cientos de colaboradores que la asisten.
El Comedor de María no sólo asiste a las familias con alimentos, ya que, en ese lugar, también funciona un ropero y en ocasiones se han entregado muebles, elementos de trabajo y continuamente se entregaron juguetes porque “los niños siempre tuvieron prioridad”.
La protagonista
María González o simplemente María, como todos la conocen, agradeció, en principio a todos los que colaboran y a muchos que han colaborado con el comedor desde sus inicios.
Recordó que todo comenzó en un momento en que la familia compartió su comida con una familia cercana que tenía 6 integrantes y que, en ese momento, lo necesitaba.
“Los asentamientos de la Margen Sur estaban en crecimiento”, recordó y no imaginó que esa acción sería conocida por otra familia que también necesitaba y se acercó a pedir ayuda. “Así comenzó esto que yo jamás pensé que se convertiría en un comedor y que llegaría a asistir a las familias con más de 150 viandas”.
Algo que María destacó es el amor por cocinar. “Yo siempre cociné como a mí me gusta y hago las comidas que me gusta comer a mí y es esa misma comida la que hago para la gente”.
Agradecimientos
María no quiso apelar a sus recuerdos para agradecer por miedo a olvidar a algunos pero sí mencionó “a Pablo García quien, desde Ushuaia, siempre colaboró con el comedor”. Nombró a otro de los colaboradores incondicionales como lo es “el Municipio de Río Grande, el Rotary Club Río Grande, los Excombatientes de Malvinas, al periodismo y a todos los que se sumaron que terminaron siendo muchas personas e instituciones que se fueron agregando con el paso del tiempo”. Las colaboraciones que recibe y entrega el comedor “no sólo son alimentos, sino también se entrega ropa, abrigos, juguetes y todo lo que siempre es necesario para las familias”.
María dijo que en el presente el comedor asiste a las familias con 90 viandas que se reparten en el mismo comedor. “Desde un primer momento siempre priorizamos a los niños porque entendimos que ellos son vulnerables y son a quienes debemos cuidar entre todos”.
Una de las características que está relacionada con la asistencia, “es que en invierno, todas las asistencias se incrementan. La gente necesita más en invierno que en época veraniega. Nosotros lo hemos notado y lo hemos experimentado” y agregó que “en pandemia, asistir a las familias es un poco más complicado”.
El festejo
María González manifestó que en pandemia el festejo es distinto a lo habitual. “Estamos acostumbrados a festejar nuestro cumpleaños de una manera distinta a la forma en que debemos hacerlo ahora. Este año no podemos hacerlo como nos gustaría. De cualquier manera festejamos entregando la vianda tradicional, una gran porción de tres tortas (una donada por el Municipio de Río Grande y otras dos cedidas por la legisladora Miriam Martínez). También entregamos pochoclos, galletas, gaseosas y chocolate a cada una de las familias que vienen al comedor”.
En este marco, la mujer dijo que es un placer tener la posibilidad de ayudar. “Para mí siempre fue algo maravilloso poder asistir a quien lo necesita. Nunca me imaginé estar al frente de un comedor y mucho menos que este comedor se mantenga vigente durante 15 años; pero me complace mucho poder ayudar”.
María destacó que nada podría haber sido posible sin la ayuda de la comunidad. “Me ayudó mucha gente, muchas instituciones a quienes les agradezco eternamente porque, sin esa ayuda, jamás podría haber ayudado a nadie. Yo soy sólo la cara visible del comedor pero detrás de mí siempre hubo y hay mucha gente a quien hay que agradecer”.
En estos 15 años me he encontrado con gente maravillosa en Río Grande, gente que responde de manera inmediata cada vez que yo necesito algo. Esa suerte que he tenido de conocer a toda esa gente tan importante y de tan buen corazón es la que alimenta las ganas de seguir ayudando a quienes lo necesitan”.
Fue tajante al asegurar que Río Grande siempre acompañó al Comedor de María. “Yo tengo a Río Grande acompañándome. Puedo decir que el Comedor de María es de Río Grande”.