El consumo sigue en caída libre

El consumo sigue fuertemente impactado por la recesión y la pérdida de poder adquisitivo, con una caída del 7,7% en mayo último, según el indicador elaborado por la Cámara de Comercio y Servicios (CAC).

BUENOS AIRES (NA).- Los rubros más castigados son Recreación y cultura (-42,6%) e Indumentaria y calzado (-27%).

El Indicador de Consumo (IC) de la Cámara de Comercio también arrojó una baja de 2,2% respecto de abril.

Este indicador refleja la evolución del consumo de los hogares en bienes y servicios finales con una periodicidad mensual, expandiendo y complementando los aportes de información que realiza la Cámara al seguimiento del comercio y la actividad económica.

Acumula en los primeros cinco meses del año un decrecimiento de 4,3% interanual, marcando un “profundo deterioro en el consumo llegando a mediados del año”, señaló el reporte.

Si bien la tasa de inflación continúa desacelerándose, esto se debió a que los incrementos tarifarios de gas y electricidad pautados para el mes de mayo fueron postergados y tendrían lugar durante junio.

El informe advierte que la efectivización de estos aumentos podría acelerar nuevamente la inflación e impactar negativamente en el poder de compra de las familias, aumentando el gasto en vivienda, pero reduciendo el poder de compra para otros rubros.

Señala también que el contexto recesivo reduce la posibilidad de aumentos nominales en el salario que permitan una recuperación de la demanda.

En adición, los incrementos de AUH y tarjeta Alimentar y la persistencia de bonos a jubilados parecen no ser suficientes para recomponer el poder de compra de los sectores más vulnerables.

Al analizar el desempeño de algunos rubros en particular, se observa una dinámica generalizada de decrecimiento interanual respecto a los valores de mayo de 2023, a excepción de transporte.

Indumentaria y calzado mostró en el quinto mes del año un decrecimiento estimado de 27%.

Se explica por un ingreso real de los hogares y una deuda en tarjetas de crédito  generando la postergación de consumos no fundamentales para la vida cotidiana.

Por otro lado, el capítulo de transporte y vehículos mostró un decrecimiento estimado del 11,3% en mayo.

La caída se explica por un nivel de patentamiento de automóviles que cayó un 8% en términos interanuales, un encarecimiento del precio de la nafta y una disminución en las ventas de este combustible.

Recreación y cultura mostró en mayo un derrumbe de 42,6%.

Se explica por las mismas razones que el segmento indumentaria y calzado: la caída en el ingreso real redujo el poder de compra y postergó el acceso a bienes y servicios relacionados al ocio.

En cuanto al apartado de vivienda, alquileres y servicios públicos, este mostró un incremento estimado de 6,3% en mayo, por una mayor demanda de electricidad, causada por temperaturas promedio más bajas de lo habitual para esta época del año.

Con respecto al resto de los rubros, estos experimentaron una contracción estimada de 3,7% en mayo (y una incidencia de 2,1 p.p.), posicionándose en niveles 1,8% por debajo de los niveles prepandemia.

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