En Argentina, por ley, está prohibida la venta de alcohol a menores de 18 años de edad; sin embargo, los chicos acceden a esas sustancias porque los padres son los encargados de comprarles y se las facilitan. Así lo observó el jefe de la Cátedra de Toxicología de la Universidad de Buenos Aires, doctor Carlos Damin, en una disertación brindada en el aditorium de OSDE, organizada por el Instituto Argentino de Petróleo y Gas.
RIO GRANDE.- Cambiar conductas, es la clave para reducir las adicciones a sustancias tales como el alcohol, los psicofármacos y las drogas. Así lo afirmó el jefe de la Cátedra de Toxicología de la Universidad de Buenos Aires, doctor Carlos Damin, quien brindó una disertación en la sede de OSDE, organizado por el IAPG (Instituto Argentino de Petróleo y Gas), para abordar la preocupante situación en Argentina de casos de consumo excesivo de bebidas alcohólicas, en una franja de edad de los 12 a los 17 años.
El doctor Damin recordó que en Argentina, por ley, está prohibida la venta de alcohol a menores de 18 años de edad; sin embargo, los chicos acceden a esas sustancias porque los padres son los encargados de comprarles y se las facilitan. Una conducta que, indudablemente, debe variar.
En su exposición dijo que tanto el alcohol como psicofármacos, son las sustancias que van más en aumento en los casos de adicciones, muy por encima de las drogas. En esto hizo hincapié en el bombardeo publicitario que existe en los medios masivos de comunicación, sobre todo en la televisión, donde se brindan mensajes alentadores a consumir un remedio o beber una cerveza.
En el caso de las publicidad televisiva, el doctor Carlos Damin, dijo que hay ejemplos en que se le brindan malos consejos a la gente, como eso de comer mal, excederse en algunas comidas, total después puede tomar un químico con el cual arreglar algún malestar estomacal. Remarcó además que en nuestro país, el 40 por ciento de la pauta publicitaria es para la venta de medicamentos.
El especialista puntualizó que muchos jóvenes además ingieren bebidas alcohólicas mezcladas con psicofármacos, en lo que se conoce como “jarra loca” y, lo que es peor aún, mezclado con alguna bebida “mal llamada” energizante. Estas últimas lo que más tienen son ingredientes que son estimulantes, como la cafeína.
El doctor Damin observó que para intentar poner freno a las adicciones, se ha tomado el camino de la prohibición, pero los resultados obtenidos habla a las claras que no se alcanzó el efecto buscado y por ello considero que se debe invertir la carga y enfrentar el problema con la reducción de la demanda y no de luchar contra la oferta.
En otro punto de su disertación, habló claramente del cambio de conducta de los padres de hoy, que son muy permisivos ante el capricho de los hijos. “En casa, los hijos deben tener un padre no un amigo” y dijo que la “promoción de la salud de los hijos debe empezar por los padres”.