El Gobierno de Alberto Fernández cerró la semana con la aprobación por parte de la conducción del FMI del acuerdo con la Argentina para refinanciar la deuda asumida por la gestión de Mauricio Macri y se enfoca ahora, como prioridad de gestión, al combate por la reducción de la inflación y el llamado insistente a la necesidad de la unidad dentro de la coalición gobernante, tras las diferencias que quedaron expuestas durante el debate del entendimiento con el organismo internacional.
BUENOS AIRES Este semana Fernández se enfocará en el tema precios: la convocatoria a los sectores empresariales y gremiales que anunció el mandatario el 16 de este mes para empezar a acordar un paquete antiinflacionario se realizará la semana que viene, en fecha a definir, según adelantó en las últimas horas el jefe de Gabinete, Juan Manzur.
Paralelamente, en Casa Rosada admiten que Fernández y los sectores de la coalición gobernante que responden a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner mantienen una «relación tensa» y «más complicada» luego de los votos negativos de varios diputados y senadores de La Cámpora en el tratamiento en el Congreso del acuerdo con el FMI.
En ese marco, durante toda la semana, el Jefe de Estado y sus funcionarios más cercanos enviaron señales de la necesidad de unidad: «Ya discutimos mucho, nos diferenciamos mucho. Tanta pelea no le hace más fácil la vida a la gente. Es hora de terminar con las divisiones», expresó el Presidente el miércoles pasado, cuando fue a Paraná a inaugurar una escuela técnica.
El Gobierno recibió un espaldarazo por parte de intendentes y máximos referentes peronistas del conurbano bonaerense, que en La Matanza reafirmaron la unidad del FdT, y además emitieron un documento consensuado en el que solicitaron al Presidente medidas contra la inflación para «garantizar la mesa de los argentinos».
Sobre la consolidación del espacio recordaron que en 2019 le pidieron «todos los esfuerzos a Cristina para unirnos y ganarle a (Mauricio) Macri y (María Eugenia) Vidal, tras los cuatro años de un gobierno neoliberal que nos dejó una deuda impagable, 50% de pobreza, megatarifazos del 3.000%, pérdida del poder adquisitivo en los salarios y una desocupación del 12%».
En ese marco, apuntaron que «la actual Vicepresidenta, en un gesto extraordinario, cambió el rumbo de la historia y pudimos consolidar la victoria del FdT en primera vuelta».