Así podríamos definir tranquilamente al piloto de Ushuaia Daniel Cárdenas, quien reside en la ciudad de La Plata y había venido para prepararse y darle continuidad a sus veintiún participaciones en el Enduro Vuelta a la Tierra del Fuego. La experiencia y el correr de los años lo van potenciando al guerrero que, con 44 años, quiere seguir disfrutando de la pasión por el motociclismo con fondo verde y tener entre sus vitrinas la Copa Challenger que se le viene negando en el enduro más longevo de nuestro país.
RIO GRANDE.- Las historias dentro de la Vuelta a la Tierra del Fuego son interminables, donde cada uno de los protagonistas supo construir la suya en una carrera sumamente apasionante, la cual, por momentos hechiza y atrapa con su entorno, colores, paisajes y vivencias, que en definitiva son algunos aspectos que la mantienen encendida, intacta y vigente desde su edición inicial en el año 1984.
Dentro de tantos protagonistas que han pasado a lo largo de 36 ediciones consecutivas, hay un piloto de tez oscura que deja la vida en cada edición, un morocho rústico que sigue acelerando pese al paso del tiempo y lo viene haciendo desde que tenía veintiún años. Parece ser que el número clave o que se repite es el 21, ya que con 44 años puso el lomo en la tradicional competencia durante 21 años y siempre protagonizando la divisional de mayor jerarquía dentro de los ATV’S o cuatriciclos, que con el correr del tiempo esas divisionales se las conoció como; ATV Libre, Senior, Pro A o Elite como en la actualidad.
Esas son algunas características que identifican al Negro Daniel Cárdenas, pero más allá de esos datos hay algo que lo hace diferente, como tantas otras cosas por ejemplo, y es cuando se refiere y hace hincapié en sus notas o charlas; a la competencia leal, a esa motivación de entrenar que te permite cosechar resultados y que te dejan como el mejor respetando las reglas y el trazado, para ganar de manera honorable una competencia tan relevante como lo es la Vuelta.
Daniel Cárdenas nacido en la ciudad capital, reside actualmente en La Plata, desde hace un tiempo y en los últimos 6 años solamente se abocó a ser parte de la Vuelta en el plano deportivo local, estuvo participando durante ese período en las carreras de enduro del campeonato regional Magallánico, forjando amistades y buenos lazos, sobre todo con un gran referente en Punta Arenas como lo es el dakariano Víctor “Patagón” Gallegos a quien acompañó en una de esas experiencias en la carrera mundial.
Su primera participación en el clásico motociclístico fue en el año 1998, tenía un Suzuki LT 250 y desde ese entonces Cárdenas siempre estuvo en la categoría más áspera, por así decirlo, sabiendo que esos tiempos corrías en cuatriciclos libre, limitada o 4×4, no había más y esas eran las divisionales reglamentadas. Los cuatriciclos son incorporados a la historia de la VTDF en 1991 y a través del reglamento oficialmente en 1992, acá párrafo aparte para el Enano Javier Soto ingresando a la historia como el 1er ganador desde la llegada de esos utilitarios a la competencia.
Fue un gran debut para Cárdenas, ya que, sin tener experiencia en carreras, logró alcanzar la 3ra colocación en la clasificación general de esa edición (XV). Según sus recuerdos solo había andado en cuatriciclos para ir a su trabajo nada más. La ropa que usó en esa carrera era toda prestada y desde ahí comienza a edificar su perfil deportivo que actualmente lo tiene como un gran referente en Tierra del Fuego; un año antes había perdido a su madre y a su papá nunca le gustó que anduviera en cuatriciclos porque consideraba que era un arma para él.
Una charla tranquila que solo te permite hacerla en cuarentena, donde además nos dijo el Negro: “Yo soy feliz con lo que me tocó deportivamente, no lo cambiaría y si lo tuviera que repetir lo haría de la misma manera, yo siempre fui un tipo que me quise superar en la vida y en el deporte. Jamás hubiera corrido con un cuatriciclo más potente o con mas accesorios, al contrario, la idea mía era que tenga menos y de esa forma esforzarme más y poder superarlos. Quizás muchos me conocieron corriendo sin antiparras y guantes, pero los números no me daban y prefería comprar unas pastillas de freno antes que guantes”.
Cárdenas viajó hasta su Ushuaia natal para prepararse, entrenarse y buscar estar como siempre entre los mejores, pero lo que estamos viviendo todos (COVID-19), lo limitó a realizar tareas en el taller y quedar varado sin poder regresar a su lugar de residencia.
Sin dudas que, en este contexto, si solamente lo conocías o lo habías escuchado nombrar por alguna carrera de motos; vos, lector apasionado del deporte motor y de nuestra querida Vuelta, quizás comiences a sentir admiración por conocer un poco más de su historia, de sus experiencias vividas en 21 participaciones donde ha logrado conquistarla en 4 oportunidades. La primera de ellas llega en el 2002 con un Yamaha Banshee, cinco años llega a la cima nuevamente (2008). Su tercer triunfo se lo adjudica en 2014 y el más reciente a sus 42 años en el 2018, año en que comparte la foto de honor como ganador de la clasificación general junto al piloto salteño en aquel entonces Campeón Argentino de Enduro Nicolás Kutulas.
Vaya si hay historias detrás de cada piloto y que en este caso se da, que el paso del tiempo le permitió a través de tanto esfuerzo, garra, logros, honestidad y constancia, ser un referente respetado en el motociclismo fueguino. Un guerrero vigente que busca un objetivo que ya debería tener en sus vitrinas, la ansiada Copa Challenger, la que ya han conquistado dos pilotos en el historial de la competencia en clasificaciones generales entre los cuatriciclos, Esteban y Martín Bronzovich.
Quizás falta una cuota de suerte, no lo sabemos, lo que si tenemos en claro es que la prioridad para el guerrero de barro es seguir disfrutando la carrera y mantenerse en el nivel más exigente entre las divisionales de ATV’S. A esta altura, el cierre de la historia deportiva del Negro Daniel Cárdenas, sería el que toda película debería tener, con un final feliz y saber que se merecía ese final, ¿no?.