BUENOS AIRES (NA).- El uruguayo Adrián Leiza, miembro del Tribunal de Disciplina de Conmebol, calificó ayer como una «mancha más para el fútbol» el hipotético «indulto» que el Comité Ejecutivo de la entidad podría ordenar en las
próximas semanas para la sanción que pesa sobre Boca por los incidentes en el Superclásico ante River, por los octavos de final de la Copa Libertadores.
«Estoy sorprendido porque no es un tema del Tribunal, sino del Comité Ejecutivo de la Conmebol. El Tribunal ya dictó el fallo y se agotaron las instancias correspondientes para apelar», explicó Leiza, despegándose del rumor que surgió en la previa del sorteo de la Copa Liberadores.
La pena que se le había impuesto a Boca, además de la descalificación de la última edición y una multa de 200.000 dólares, era de cuatro partidos sin público como local, y la misma cantidad como visitante.
Entretanto, el defensor Jonathan Silva regresó en la víspera al país, procedente de Portugal, pero se encontró con la sorpresa que aparecieron diferencias por su llegada a Boca Juniors, que estaba acordada de palabra.
El futbolista del Sporting de Lisboa tenía todo arreglado para jugar a préstamo por seis meses e incluso iba a hacer la revisión médica en las próximas horas, aunque todo quedó paralizado. ¿Los motivos? El club portugués habría cambiado los montos por la cesión y Boca, además, le modificó el salario al defensor.
