A tres días caducar el convenio entre el sanatorio privado de Ushuaia y el IPAUSS, todavía no se sabe si el organismo aceptó la postergación de la firma por 30 días más, pedido por Sánchez Posleman. De no llegar a un acuerdo, los beneficiarios de la obra social deberán volver a pagar las consultas y luego les serán reintegradas por el Instituto.
USHUAIA.- El propietario de la clínica San Jorge, Carlos Sánchez Posleman, se refirió al convenio con el IPAUSS, a tan solo tres días de vencer el plazo, y señaló que “todavía no tenemos información de si aceptaron o no la postergación de la firma de contrato definitivo por 30 días más, pero de todos modos, todavía no hemos recibido una propuesta concreta de parte del IPAUSS sobre el nuevo contrato”.
“Es difícil que en tres días que quedan se puedan llegar a cumplir todos los pasos legales que se necesitan para la firma del contrato definitivo, si bien la directora Margarita Gallardo y Néstor Ledesma llevaban adelante las negociaciones, por más que saliera aprobada por Comisión Asistencial, cuando llegaba al Directorio había que volver a discutirla porque no aceptaban lo trabajado por Gallardo y Ledesma”, relató.
Sánchez Posleman aclaró que el pedido de prórroga de firma por 30 días se debe a un problema personal, “no estaba en condiciones para sentarme a negociar y soportar discusiones o propuestas de un convenio del año 2013 que presentamos menos el 20 por ciento”.
En ese sentido expuso que “a nosotros nos piden que bajemos los valores que pretendíamos en julio de 2013, pero todavía no tenemos concreta la propuesta definitiva para decir qué contiene el contrato y valorizarlo”.
Anunció también que no tienen problema de firmar la prórroga del sistema actual “por 30 ó 60 días más, sino no podremos seguir trabajando, porque al no tener sustento legal que nos ampare no hay posibilidades de trabajar”.
Cabe recordar que la clínica San Jorge y el IPAUSS vienen con este ida y vuelta hace dos años y medio, y aún no logran firmar un convenio definitivo, situación que genera mucha incertidumbre en los beneficiarios de la obra social, que están en el medio de las partes, porque cuando el sanatorio corta los servicios el paciente debe abonar la totalidad de la prestación médica que solicite.
Para el propietario de la clínica, difícil será que los directores se pongan de acuerdo, ya que “Gallardo y Ledesma habían desarrollado una propuesta por prestación que fue aceptada y en el momento de ir a votación en Directorio fue rechazada; volvimos a foja cero, todo lo que trabajaron ellos se tiró abajo, fueron horas de trabajo y análisis perdidos”.
Por tal motivo, en caso que las partes no lleguen a un acuerdo, ocurrirá lo que ya pasó hace un mes, el beneficiario abonará la consulta y luego le será reintegrada por parte del IPAUSS, pero no en toda su totalidad.
