El lado B del Home Office

La Universidad Siglo 21 presentó un nuevo estudio que revela la interferencia que provoca la vida laboral sobre la vida personal, evidenciando un mayor nivel de agotamiento mental y emocional en mujeres.

BUENOS AIRES.- La Universidad Siglo 21, a través de su Observatorio de Tendencias Sociales y Empresariales, presentó un relevamiento sobre la brecha de género donde analizó en profundidad cómo mujeres y varones articulan su vida profesional y personal y la evolución del agotamiento emocional de las personas, signados -los dos últimos años- por las nuevas modalidades de trabajo que surgieron a raíz de la pandemia.

Entre los datos destacados, se observan:

-Al comparar el balance entre la vida laboral y personal, se llegó a la conclusión que el 29,3% de las mujeres que trabajan, perciben que no les queda tiempo para sus hobbies, mientras que en los hombres ese porcentaje fue del 23.4%

-El 25.6% de las mujeres manifestó que les faltaba energía para realizar actividades de ocio con su pareja o familia, mientras que en los hombres ese porcentaje fue del 21,4%.

-Un mayor porcentaje de mujeres manifestaron ver su rendimiento laboral afectado por los problemas con su pareja (16,5% contra el 13,6% en los hombres).

A su vez, Siglo 21 analizó la evolución del agotamiento emocional entre los años 2018, 2019, 2020 y 2021, tomando de referencia resultados de su estudio “Índice interanual de bienestar y estrés en los trabajadores argentinos”. El informe muestra una tendencia en aumento en la prevalencia de los síntomas de agotamiento emocional tanto en hombres como en mujeres, pero destaca que el 28,6% de las mujeres demuestran mayor dificultad para relajarse después de un día de trabajo (varones 26,5%), además el 27,7% no puede dedicarse a otras cosas luego de la jornada laboral (varones 20%), mientras que el 33% asume estar agotada (varones 26,6%). 

“El Observatorio de Tendencias de la universidad sigue atentamente algunos indicadores que muestran el dinamismo de la brecha de género en el país, atendiendo el impacto que produjo la crisis por Covid-19. Luego de la pandemia, podemos decir que los indicadores de progreso que se venían tomando en cuenta para analizar la paulatina desaparición de las brechas, han detenido su crecimiento, y en algunos en particular, han dado cuenta de alarmantes retrocesos”, señala la Mgter. Laura Gaidulewicz, Directora del Instituto de Género e Inclusión de la Universidad Siglo 21.

El reporte también indica que un porcentaje de mujeres apenas superior al de los varones (22,9% y 21,8% respectivamente) manifestó sentirse nerviosas, angustiadas o muy tensas todos los días o al menos la mitad de los días y, un 10,1% de las mujeres se sentían deprimidas, decaídas o sin esperanzas casi todos los días, mientras que en los varones ese porcentaje fue del 8,4%.

“La flexibilización de los entornos laborales y las tendencias en la organización del trabajo abren oportunidades para cerrar las brechas de género. Por eso, es importante que todos los actores sociales contribuyan a crear una cultura de corresponsabilidad en las tareas de cuidado y que existan políticas públicas articuladas y consistentes para impulsar y acompañar estos cambios. Para disminuir la brecha, es necesario seguir estimulando el desarrollo de liderazgos empáticos, gestiones políticas innovadoras y el avance de la inteligencia colectiva”, agrega la Directora del Instituto de Género e Inclusión de la Universidad.

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