LEICESTER, INGLATERRA (EFE).- El Leicester confirmó sus aspiraciones y cerró la decimosexta jornada de la Liga inglesa con una victoria sobre el Chelsea con sabor a venganza, que encamina a los de Claudio Ranieri al liderato y sitúa al equipo de José Mourinho tan sólo un punto por encima de los puestos de descenso.
Con este resultado, el Leicester lidera la clasificación con 35 puntos, por lo 33 del Arsenal y los 32 del Manchester City.
Fiel a su jerarquía, el Chelsea dominó toda la primera mitad, pero no creó más peligro que un remate de cabeza del serbio Nemanja Matic, a la salida de un córner (36). Tampoco tuvo suerte en el “intercambio” de lesiones, porque la salida de Danny Drinkwater (16) fue menos traumática para el rival que la de Eden Hazard para los “blues”, sustituido por Pedro a la media hora de juego.
El Leicester lo tuvo más claro, porque cuenta con un goleador en estado de gracia (Jamie Vardy) y un notable futbolista (el argelino Riyad Mahrez). Entre los dos han marcado ocho goles más que todo el Chelsea.
Y entre los dos solventaron el que, hasta ahora, ha sido el lance más importante de la temporada en el King Power Stadium. En el 34, Mahrez sacó un centro al área que remató de volea Vardy, adelantándose a la dormida zaga del Chelsea. Al comienzo del segundo tiempo, el franco-argelino se aprovechó de la pasividad de César Azpilicueta, bajó un balón dentro del área y lo envió lejos del alcance de Courtois.
En la desesperación, Mourinho dio entrada a Cesc en lugar de John Terry y aunque el Chelsea recuperó la esperanza con un gol de Löic Remy de cabeza (78), su agobiante acoso final, con cinco minutos extra en el descuento, no le sirvió más que para mostrar la impotencia de un conjunto que no logra enderezar su rumbo.