El Maestro Van Riemsdijk

RIO GRANDE.- Con toda su sabiduría, el Maestro Internacional (MI) Herman Van Riemsdijk engalana la presenten edición del principal torneo anual de ajedrez que se juega en la Patagonia.

BRASILEÑO. Por la cuarta ronda, Herman Van Riemsdijk venció al MF Diego Mussanti.

“Federico Torres me mandó un mensaje invitándome a jugar el torneo, al principio no me interesé mucho, después pasaron algunas cosas, nos arreglamos y vine. Sigo jugando, no tanto como en mi período máximo. Nací en Holanda, y mis padres emigraron a Brasil en 1958, aprendí a jugar en mi país de origen, aunque recién en mi nuevo país fue donde me dediqué a competir. Estuve en 12 Olimpíadas, en 1978 conseguí el título de Maestro Internacional (MI), y después logré dos normas para Gran Maestro (GM), me faltó la tercera y definitiva, nunca pude llegar a los 2.500 puntos de ELO. Me parece que en esa época (los años setenta y ochenta) era más difícil que ahora llegar a esos niveles, pero tampoco tengo absoluta seguridad para confirmarlo. Me dedico a la enseñanza del ajedrez, y también a escribir libros. Estudié Literatura, me recibí, di clases para amigos, pero no me dediqué a eso”, apuntó quien el próximo mes cumplirá 71 años, y reside en San Pablo (Brasil). Además, hace 50 años llegó a nuestra provincia, como un simple turista.

Medio siglo
“Esta vez no tengo la posibilidad de ir a Ushuaia, tengo compromisos en San Pablo, para el 15 de este mes, se trata de un proyecto, con una entidad privada. Enseño en el Club Pinheiros (NR: con importantes equipos en varias disciplinas), hace 16 años que estoy ahí, y también doy clases privadas. Arribé en la mañana del jueves, y ese mismo día dicté clases en el Club de Ajedrez”.
El brasileño recordó que “tuve buenas victorias con Panno, el Negro Quinteros, Rubinetti, García Palermo, entre otros, con Miguel Najdorf empaté y perdí. En cuanto a los campeones mundiales, tengo 2-2 (1 ganada, 1 perdida y 2 tablas) con Vasily Smyslov (campeón en 1957/1958); con Mikhail Tal (1960/1961) entablé las dos veces que jugamos”.

Dirigencia
También reconoció que “no formo parte de la dirigencia del ajedrez brasileño, sí fui presidente de la Federación del estado de San Pablo, al igual que del club de ajedrez de San Pablo, que es el más antiguo de América Latina. Si fui entrenador nacional”.
A la hora de comparar la situación de la disciplina en ambos países, detalló que “cuando yo empecé a tener contactos, eran más fuerte los argentinos, hablo a partir de 1969. Después pasó al frente Brasil, ahora la situación está más equilibrada. Si se jugara un match con los diez mejores tableros de cada nación, habría bastante paridad. Con un número mayor, Argentina es superior. No hay apoyo estatal, los gobiernos de ambos países están en crisis. Y a nivel privado, existe algún apoyo”.

Los más grandes
“A Bobby Fischer, lo conocí cuando vino a jugar a Buenos Aires, en 1971, con Tigran Petrosian (NR: aquel ganó 6,5-2,5 la semifinal del Torneo de Candidatos, disputada durante casi un mes, y obtuvo el pase a desafiar a otro ruso, Boris Spassky, a quien vencería un año más tarde, por 12,5-8,5, en Islandia, convirtiéndose en el primer estadounidense campeón del mundo). Lo volví a ver en Tucumán, donde yo estaba jugando un torneo. Fuimos amigos, estuvo en mi casa. Sin embargo, en mi repertorio de aperturas quien más influencia tuvo fue Spassky, empecé a jugar cuando el ya era campeón del mundo, en el período 1960/1961”.

Tecnología
“Con el advenimiento de tecnología, se puede aprender mucho más, de mejor manera, y se eleva el nivel. Se juega mucho mejor que hace cuarenta o cincuenta años, y creo que va a seguir así por mucho tiempo más. En otra época el top era llegar a contar con un ELO de 2.600 puntos, Henrique Mecking (el mejor ajedrecista brasileño de todos los tiempos) llegó a ser quinto en el mundo, con 2.635 puntos (enero de 1977), después tuvimos jugadores con más puntaje, pero no tan alto en el ranking mundial”.