En Argentina el día del trabajador comenzó a conmemorarse en 1890 cuando en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Rosario, en Santa Fe, vieron desfilar a muchos manifestantes en cada una de ellas.
La convocatoria surgió como consecuencia de la pauta fijada un año antes por la Segunda Internacional Socialista, en 1889. Por entonces ya se habían desarrollado en la Argentina varios conflictos de importancia, aún anteriores al de los Mártires de Chicago. Tal fue el caso ocurrido en Rosario en 1877, cuando los aguateros dejaron sin abastecer la ciudad durante varios días. La Unión Obrera Tipográfica, en 1878, fue el primer sindicato en convocar a un paro. No faltaron tampoco reclamos como el de los empleados de comercio que pedían el descanso dominical, y los de, entre otros, albañiles, los cigarreros, las costureras y los yeseros.
La ley que declaró feriado nacional el 1º de mayo fue impulsada en 1924 por el presidente Marcelo Torcuato de Alvear y aprobada en 1925. Señalaba que esa conmemoración, auspiciada por el Estado, implicaba que “era deber de los poderes públicos propender a que fuese ese día sereno y auspicioso, de solidaridad social y paz espiritual”. También por esa época se produjeron las huelgas de la “Patagonia Rebelde” a las que el gobierno del presidente Hipólito Yrigoyen respondió con una masacre. El giro dado por Alvear hizo que el propio Yrigoyen en 1929 aceptara la instrumentación de la jornada de ocho horas que ya a comienzos de siglo aplicara Horacio Anasagasti en su fábrica de autos. En 1946, Perón convirtió al 1 de mayo en una jornada de festejos. Él informaba a la multitud de sus logros y ésta le respondía agradecida con sus vítores. Fue el final de las batallas callejeras que se daban entre trabajadores y fuerzas represoras, pero la conmemoración tuvo también sus retrocesos, como cuando fuera prohibida en 1966 por Juan Carlos Onganía.
En los últimos años, el significado del Día del Trabajador en Argentina ha evolucionado para reflejar las cambiantes condiciones sociales y económicas del país. Si bien el feriado sigue siendo un símbolo importante de los derechos de los trabajadores, también se considera cada vez más como un momento para reflexionar sobre los desafíos que enfrenta el movimiento laboral y para abogar por una justicia social y económica más amplia.
Uno de los problemas clave que enfrentan los trabajadores en Argentina hoy en día es la economía informal, que incluye a millones de trabajadores que no están cubiertos por las leyes laborales o las protecciones de la seguridad social. En respuesta, los sindicatos y otras organizaciones han comenzado a concentrarse más en organizar y defender a estos trabajadores, que a menudo están excluidos de las protecciones laborales tradicionales.
Es por eso que, más allá del feriado y el descanso, el primero de mayo es una fecha en la que debemos homenajear a todos los hombres y mujeres que con su labor diaria buscan un mejor futuro y desarrollo para nuestra sociedad.
Punto de inflexión en Argentina
A lo largo de los años, el Día del Trabajador en Argentina ha estado marcado por una serie de eventos y protestas clave que han ayudado a dar forma al feriado y al movimiento laboral en el país. Uno de los más significativos de estos hechos fue el Cordobazo, una serie de protestas y huelgas que tuvieron lugar en la ciudad de Córdoba en mayo de 1969.
El Cordobazo fue provocado por la represión policial de las protestas estudiantiles contra las políticas del gobierno, pero rápidamente se extendió e involucró a trabajadores de una variedad de industrias que también protestaban contra los bajos salarios y las malas condiciones laborales. Las protestas duraron varios días y resultaron en enfrentamientos con la policía, así como saqueos y destrucción generalizados de propiedades. Aunque el gobierno finalmente pudo reprimir las protestas, el Cordobazo se recuerda como un punto de inflexión en la historia del movimiento obrero argentino.
¿Cómo se celebra hoy el Día del Trabajador en Argentina?
En la Argentina moderna, el Día del Trabajador se celebra con una variedad de eventos y actividades que incluyen marchas, mítines y festivales culturales. Muchos sindicatos organizan sus propios eventos y, a menudo, hay manifestaciones a gran escala en las principales ciudades como Buenos Aires y Córdoba.
Una de las tradiciones más populares del Día del Trabajador en Argentina es el “locro”, un estofado sustancioso hecho con carne y vegetales que a menudo se sirve en reuniones comunitarias y festivales.
Doble significado en Argentina
En Argentina, el día 1° de mayo tiene un doble significado, porque un 1° de mayo de 1853, el Congreso General Constituyente, reunido en la ciudad de Santa Fe sancionó la Constitución Nacional, otorgando a la Nación argentina la columna vertebral de su ciudadanía. Por otra parte, cada 1° de mayo todos los trabajadores del mundo eligieron ese día como jornada de lucha y de ratificación de sus derechos y reclamos contra las injusticias sociales.
Recordamos que el 1º de mayo de 1853, luego de encarnizadas luchas para organizar el Estado Argentino y a pesar de la ausencia de Buenos Aires a las deliberaciones, se sancionó en la ciudad de Santa Fe la definitiva Constitución Nacional, la que se transformó desde ese momento en nuestra Ley Suprema, vértice principal de la pirámide jurídica e instrumento propicio para consagrar obligaciones, derechos y garantías a todos los habitantes y ciudadanos que habitan el suelo argentino. Homenajeamos a nuestra Carta Magna y a aquellos que la hicieron posible.
No obstante haber consagrado el objetivo de sancionar la Constitución, la misma fue adaptándose a los tiempos que corren y fue necesario implementar en su texto algunas reformas, las que podían realizarse según el procedimiento establecido en el artículo 30 de la misma. Entre esas reformas, cobra fundamental importancia la establecida en el año 1949 promediando la primera presidencia del general Juan Domingo Perón. En dicha reforma, diseñada por el constitucionalista Arturo Sampay, se tomó la decisión de incorporar a la Carta Magna, entre otras modificaciones, los derechos económicos- sociales, que otorgaban por vez primera a los trabajadores el goce y ejercicio de dicho universo de derechos por la condición de tales. Cuando Perón fue derrocado en 1955, el texto de 1949 fue eliminado pero, al convocarse una nueva Convención Constituyente en 1957, dicha corporación decidió mantener en el texto constitucional los derechos mencionados anteriormente, los que quedaron establecidos en el Artículo 14 Bis.