RIO GRANDE.- El doctor Alberto Montes, responsable del operativo de ablación de órganos realizado este martes en el Hospital Regional Río Grande, reveló que el paro nacional de transporte puso en riesgo todo porque las autoridades del INCUCAI temían llegar a Tierra del Fuego y no contar con el combustible necesario para las aeronaves que los llevaría de regreso a Capital Federal.
El paro nacional afectó lo relacionado a la carga de combustibles y, además, provocó que las autoridades del Instituto Nacional de Ablación e Implantes de órganos hicieran enormes esfuerzos administrativos para lograr la contratación de las aeronaves que realizarían el acarreo del personal encargado de trasladar los órganos que serían usados para atender a pacientes que están en lista de espera y que representan salvar vidas.
Cabe señalar que en el marco de este operativo, este martes, cirujanos y el equipo de Quirófano del establecimiento sanitario local junto a dos equipos de profesionales del Hospital Italiano de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que se trasladaron a Río Grande, procedieron a realizar la ablación de órganos “para trasplante”.
La tarea contó con la colaboración de las diferentes áreas del hospital que participaron de la asistencia, diagnóstico, tratamiento y procedimiento de ablación de órganos, especialmente de los servicios de laboratorio, diagnóstico por imágenes, terapia intensiva, enfermería y cirugía cardiovascular a cargo del doctor Guillermo Lacour.
El paciente donante resultó ser el agente de Policía Luis Serrano, quien había ingresado al Servicio de Terapia Intensiva del hospital el 28 de marzo, en “estado crítico, con diagnóstico de traumatismo de cráneo grave provocado por herida por proyectil de arma de fuego”. El lunes por la noche se le diagnosticó que su estado era irreversible, por lo tanto hermanos y padres del joven aceptaron el pedido del INCUCAI de donar los órganos. Se estima que se salvaron seis vidas.