Había sido atropellado por un auto en la calle Gobernador Paz el fin de semana, y un transeúnte que lo vio, lo recogió y pidió ayuda a la protectora para poder asistirlo porque tenía una pata quebrada.
El hermoso pichón de pato barcino que fue bautizado con el nombre de Lucas, permaneció dos días en la veterinaria del Dr. Eduardo Fabbro, en observación y una vez recuperado, fue devuelto a su hábitat natural, al que se incorporó inmediatamente.
El historiador norteamericano Howard Zinn, sostuvo una vez que “si la gente pudiera ver que el cambio se produce como resultado de millones de pequeñas acciones que parecen totalmente insignificantes, entonces no dudaría realizar esos pequeños actos”.