El autócrata saudí Mohamed bin Salman tiene una nueva visión para Neom, su plan de crear una enorme ciudad-estado futurista de 500.000 millones de dólares, impulsada por inteligencia artificial, en la frontera con Egipto y Jordania.
La última vez que se habló del tema, el príncipe había encargado propuestas de 2300 páginas a Boston Consulting Group, McKinsey & Co. y Oliver Wyman, que se jactaban de posibles comodidades como maestros de escuela holográficos, siembra de nubes para crear lluvia, taxis voladores, playas que brillan en la oscuridad, una luna artificial gigante construida por la NASA y muchos robots: desde sirvientas hasta boxeadores, pasando por dinosaurios.
Ahora Salman tiene una idea nueva y atrevida: una de las ciudades de Neom es una línea. Una línea recta de aproximadamente 170 kilómetros de largo y una caminata de cinco minutos de ancho, para ser exactos. De verdad: una línea. La ciudad propuesta es una línea que se extiende por toda Arabia Saudí. Ese es el plan.
En un vídeo promocional del Centro de Comunicación Internacional del gobierno saudí publicado este domingo, Salman reflexionó sobre los problemas que plagan nuestro mundo: ¿por qué las personas pasan años de su vida transportándose al trabajo? ¿Dónde se reubicarán las mil millones de personas desplazadas por el cambio climático para 2050? ¿Por qué mueren millones cada año por contaminación del aire y accidentes automovilísticos cada año?
Claramente, la única solución a estos problemas es una ciudad lineal. O como la llama el príncipe: THE LINE.
“Necesitamos transformar el concepto de ciudad convencional en el de una ciudad futurista”, dijo Salman. “Hoy, como presidente de la junta directiva de Neom, les presento The Line. Una ciudad de un millón de habitantes con una longitud de 170 kilómetros que conserva el 95% de la naturaleza dentro de NEOM”.
“Con cero coches, cero calles y cero emisiones de carbono, puede cumplir con todos los requisitos diarios en cinco minutos a pie”, continuó el príncipe heredero. “Y puedes viajar de un extremo a otro en 20 minutos”.
Con esto último probablemente se refiera a alguna forma de transporte público que aún no existe, porque equivaldría a un sistema que funciona a 510 km/h. Eso es mucho más rápido que la famosa red de trenes Shinkansen de Japón , que tiene un límite de 321 km/. Algunas compañías ferroviarias japonesas han probado trenes de levitación magnética que han logrado ir a 600 km/h, aunque no están listos para la hora punta.
A partir de ahí, el príncipe pasó a balbucear estadísticas: “Con un 30% menos coste de infraestructura, productos un 30% mejores y un 100% de energía renovable, The Line es un proyecto civil revolucionario que pone a los humanos en primer lugar. Habrá muchos detalles que se desvelarán en etapas posteriores, pero por hoy les dejamos con un breve vídeo sobre este anuncio ”.
Dicho video explica amablemente que The Line consistirá en una “columna vertebral” central que conectará “módulos de la ciudad” sin carreteras ni automóviles. La capa superior consistirá en pasillos peatonales que conectarán las residencias con todos los servicios posibles en solo cinco minutos, mientras que las capas inferiores contendrán la infraestructura y el transporte. The Line también reemplazará los “servicios de la ciudad obsoletos” con inteligencia artificial, por supuesto.
Según Bloomberg, los funcionarios saudíes proyectan que The Line costará entre 100 y 200.000 millones de dólares de los 500.000 millones que se planea gastar en Neom, y tendrá una población de 1 millón de personas con 380.000 empleos para el año 2030, además de uno de los aeropuertos más grandes del mundo, por alguna razón.
Una web del proyecto incluye vídeos de las “mentes más brillantes” de Neom hablando vagamente pero con optimismo sobre el potencial revolucionario de The Line y respondiendo preguntas facilonas de los entrevistadores. En un vídeo, un entrevistador le pregunta al director ambiental de Neom, Paul Marshall, por qué este proyecto es “uno de los más emocionantes de toda su carrera”. Marshall responde: “Tienes razón, me siento como uno de los tipos más afortunados del planeta en este momento. Neom tiene una ambición tan increíble, pero no se trata solo de desarrollar ciudades y crear un entorno urbano habitable para las personas, sino también de un compromiso increíble con la protección de la naturaleza… de hecho, nuestras ciudades serán beneficiosas para la naturaleza”.
El sitio también hace numerosas afirmaciones inquietantes, como que “todas las empresas y comunidades” tendrán “más del 90%” de sus datos procesados por inteligencia artificial y robots:
“Todas las empresas y comunidades en THE LINE están hiperconectadas a través de un marco digital que incorpora inteligencia artificial y robótica que aprende y crece continuamente; más del 90% de los datos en NEOM serán analizados para proporcionar un sistema predictivo con servicios en constante mejora para los residentes. y empresas”.
Esto no suena distópico en absoluto.
“¿Qué pasará si construimos The Line?” concluye el vídeo. “Una revolución de 170 kilómetros en la vida urbana. Protegiendo la naturaleza más impresionante de la Tierra, mientras creamos una habitabilidad inigualable. Un hogar… para todos nosotros. Bienvenido a la The Line”.
The Line. ¿Te lo imaginas? Es una ciudad, pero también una línea. Por se llama… la línea. Es una ciudad llamada línea, o mejor dicho una serie de ciudades en línea.