El turismo rural está en auge desde los primeros años del siglo XXI y todo apunta a que la tendencia sigue creciendo. Con una diversidad de actividades que incluyen gastronomía a fuego lento, senderismo, visitas a edificios antiguos o las clásicas fiestas locales que perduran aún pese al paso del tiempo.
El turismo rural o a través de pueblos más pequeños y alejados, es un tipo concreto de práctica turística. Muchas veces elegimos pueblos pequeños porque es allí donde se respira la verdadera esencia de la tierra. Allí encontramos lo genuino, aquello que ha perdurado en el tiempo, inalterable aún pese a la globalización y la importación de prácticas que se van volviendo cada día más universales.
Cada año hay más gente interesada en recuperar la idea de lo auténtico y la mejor forma de hacerlo es viajando a los pueblos pequeños donde la autenticidad sigue presente, desde la gastronomía hasta las antiguas tradiciones y celebraciones locales.
Otra de las razones por la que los pueblos pequeños están resurgiendo en el escenario del turismo rural es por las iniciativas de nuevos profesionales que regresan a sus pueblos de origen a probar suerte. A la inversa de décadas pasadas, donde la gente se iba a la gran ciudad, hoy los profesionales miran hacia sus pueblos de origen y piensan en diferentes formas de aplicar sus conocimientos allí donde no hay tanta competencia.
En vez de abrir un restaurante en la capital, donde hay mucha competencia, es preferible volver a nuestro pueblo natal y promover un negocio de cocina diferente donde podamos aplicar todos nuestros conocimientos adquiridos en cursos de formación y estudios en la capital, por ejemplo.
Este es uno de los motivos por los cuales cada vez hay más sorpresas en la oferta gastronómica y hotelera de los pueblos pequeños. No es extraño ver a un joven adulto regresar a probar suerte con su propio negocio aprovechando que en su pueblo de origen no había propuestas similares.
Esto ayuda a reactivar la economía y en muchas ocasiones crea nuevos atractivos. Gente de otros pueblos cercanos deseosa de probar los platos de un restaurante puntual o de hospedarse en un nuevo hotel abierto recientemente. La identidad del pueblo rural no se pierde, pero avanza y crece para tener más variedad y ayudar a los viajeros a elegir mejor sus próximas vacaciones en base al tipo de destino que están buscando. Fuente: mediosyredes.com