Según indicó el Instituto Nacional del Agua, la tendencia descendente durará tres meses. El Gobierno nacional gestiona y da respuestas a esta bajante histórica que afecta a Buenos Aires, Corrientes, Chaco, Entre Ríos, Formosa, Misiones y Santa Fe.
BUENOS AIRES.- La bajante del Paraná es la más importante en nuestro país de los últimos 77 años y se prevé que afectará el abastecimiento y calidad del agua potable, la navegación y operaciones de puerto, el ecosistema y la generación de energía hidroeléctrica.
El jefe de Gabinete de Ministros de la Nación, Santiago Cafiero, en ejercicio de la presidencia del Consejo Nacional del Sistema Nacional para la Gestión Integral del Riesgo (SINAGIR), conduce la mesa de trabajo conformada para mitigar el fuerte impacto ambiental, social y económico que está provocando la bajante.
Los organismos públicos técnico-científicos realizaron un diagnóstico de la situación. El Instituto Nacional del Agua (INA) indica que prevalece una tendencia descendente de aguas, que durará tres meses, en todas las secciones del río Paraná. El pico inferior de la bajante se espera para noviembre de este año.
Por su parte, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) estima que los niveles de precipitaciones en la cuenca del río Paraná se mantendrán con niveles inferiores a los normales en el sur y norte del Litoral al tiempo que se incrementan las probabilidades de precipitaciones superiores a lo normal en las nacientes del río Paraná.
La Mesa Nacional de Monitoreo de Sequías encuadra la situación en los parámetros de sequía moderada, con extensiones del área afectada hacia el centro de Corrientes, Formosa y Misiones. La Entidad Binacional Yacyretá (EBY) informa que el sistema de embalses emplazados aguas arriba de la central se encuentran con un nivel muy por debajo de lo normal.
El Estado Nacional, en el marco del SINAGIR, está llevando adelante acciones para mitigar los efectos de la bajante. Mantiene activo el Fideicomiso que administra el Fondo Nacional de Emergencias (FONAE), para atender suministros de emergencia, asistencia y rehabilitación de servicios esenciales.
Cafiero afirmó que “el gobierno nacional dispuso la autorización de obras a través del Fondo de Emergencia Hídrica que administra el Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (ENOHSA) e involucra una inversión de $1000 millones para la asistencia de las provincias y localidades afectadas”.
El jefe de Gabinete destacó que “se les ha requerido a los gobiernos provinciales afectados por la bajante la designación de puntos focales provinciales, lo que permitirá una respuesta coordinada para las poblaciones ribereñas con mayor grado de vulnerabilidad”.
La Secretaría Ejecutiva de este sistema, a cargo del Ministerio de Seguridad de la Nación, recopila toda la información de monitoreo, proveniente de los organismos científicos técnicos y las provincias, y elabora mapas dinámicos para la gestión de riesgos que se concentra en el Sistema Nacional de Monitoreo de Emergencias (SINAME), herramienta para el seguimiento integral y la toma de decisiones.
El ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca y el Ministerio de Desarrollo Social están articulando acciones para gestionar instrumentos de emergencia para aliviar la situación de los pescadores artesanales del río Paraná, afectados tanto por la bajante, como así también por las vedas parciales y/o totales de las capturas.
El ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible dispuso un operativo permanente en la zona que va desde Victoria (Entre Ríos) hasta San Pedro (Buenos Aires), con dos bases de brigadistas instalados permanentemente en la zona y medios aéreos destinados con exclusividad.
La Secretaría de Asuntos Estratégicos de la Presidencia de la Nación avanza en las gestiones para el acceso a líneas de crédito provenientes del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) a través de una línea de crédito específica de $100 millones de dólares, enfocada a sequías y emergencias hídricas.
El SINAGIR tiene como objetivo integrar acciones y articular el funcionamiento de los organismos del gobierno nacional, los gobiernos provinciales y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, los gobiernos municipales y las organizaciones no gubernamentales y la sociedad civil, en función de optimizar las acciones destinadas a la reducción de riesgos, el manejo de la crisis y la recuperación.
En este marco actúa la Red de Organismos Científico Técnicos para la Gestión del Riesgo de Desastres (GIRCYT) que involucra a más de 10 organismos científico técnicos: Servicio Meteorológico Nacional (SMN); Instituto Nacional del Agua (INA); Oficina de Monitoreo de Emergencias Agropecuarias (OMEGA); Servicio Geológico Minero Argentino (SEGEMAR); Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE); Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA); Organismo Regulador de Seguridad de Presas (ORSEP); Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas para la Defensa (CITEDEF); Instituto Geográfico Nacional (IGN); Administración de Parques Nacionales (APN) e Instituto Nacional de Prevención Sísmica (INPRES).