Si bien en la actualidad el rol que cumplen las mujeres en nuestra sociedad es reconocido, hay que destacar que ya desde tiempos de antaño fijaron un rumbo importante en nuestra historia. Tal es el caso de aquellas patriotas que ayudaron a los próceres a forjar la Revolución de Mayo y cuyos nombres son poco conocidos en la bibliografía.
Casilda Igarzábal de Rodríguez (esposa de Nicolás Rodríguez Peña), por su parte, reunió, entre 1804 y 1810, sociedades secretas de emancipación americana (el llamado Partido de la Independencia).
Su acto más grande fue en la madrugada del 18 de mayo de 1810 cuando junto a Mercedes Lasala de Riglos, Eusebia Lasala, Ana Estefanía Riglos, Angela Castelli e Isabel Agrelo, entre otras, le pidió al comandante de Regimiento de Patricios, Cornelio Saavedra, que ayudara en la revolución y se reuniera en su quinta con Manuel Belgrano y Juan José Castelli para conspirar contra el virrey, encuentro que derivó en el Cabildo Abierto del 22 de mayo.