El Viceministro de Economía debió desmentir su renuncia

Con seis caracteres como respuesta a uno de los tantos tweets de cuentas asociadas al mercado bursátil, el viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein, desmintió ayer su alejamiento del cargo, en el que aún no llegó a cumplir 3 meses.

BUENOS AIRES (NA).-  «Fake!!», escribió Rubinstein, en respuesta a tuits donde se señalaba «Urgente: Presentó la renuncia el Viceministro de Economía Gabriel Rubinstein y su reemplazo sería Marco Lavagna». El tuit errado luego fue borrado por el usuario Felipe Núñez, quien en su descripción también figura como economista, y luego se disculpó por el mismo medio.

Estos rumores crecieron luego de que Rubinstein disertó en el IAEF el martes último e hizo declaraciones tales como «no se puede hacer una maxidevaluación, si te sale mal es un Rodrigazo. Para hacerlo bien se necesitan precondiciones», y admitir que por la falta de dólares se debe «elegir a qué industria sostener».

Rubinstein había señalado también que «cuando digo déficit fiscal cero y tipo de cambio único, creo que el tipo de cambio único podría ser la llave para el déficit cero, pero para eso se necesita mejorar el déficit y mejorar las reservas. No tiene sentido liberar el cepo para después al año volver al cepo. Por eso no se puede liberar ahora, o se puede con alto riesgo».

Durante la charla, el secretario de Programación Económica reconoció que fue crítico del Gobierno, pero advirtió que desde la llegada de Sergio Massa al Palacio de Hacienda encontró «más receptividad» en la coalición gobernante para hacer las reformas que permitan «lograr un orden macroeconómico, que pasa por bajar el déficit fiscal y unificar el mercado de cambios».

«A partir de la llegada de Massa, el Gobierno cambia la impronta y va en una dirección correcta, aunque los caminos sean sinuosos. Valoro mucho a Massa y trato de aportar lo mío», señaló.

Reconoció que en Economía «todos los días hay demandas nuevas, cuesta mucho llegar al déficit cero». Pero destacó que «ahora hay un avance, la misma parte del Gobierno que quería aumentar el déficit ahora está aceptando este presupuesto. Quizás porque que se asustaron con lo que pasó en junio y julio. Hay avances, hay que valorarlos, porque si no se cae en soluciones mágicas».

«El 100% de inflación que estamos teniendo ahora es una suerte de overshooting, una inercia. Estamos en un círculo vicioso. Cuando es así, tiene incentivos hacer política de consumo», explicó.

Dijo que salió «en defensa del programa de Precios Justos, a pesar de que hubiera querido algo más profundo, porque acomoda la macroeconomía: ayuda bajar un poco los precios».

«Tenemos que tener controles que funcionen bien. Por eso el mecanismo del SIRA (importaciones), que es fuerte y es duro. Esto parece el covid: el stress del sistema médico tiene que ver con el stress de manejar estos controles: unos elegían qué enfermos atender, acá se elige qué industria sostener. Se está trabajando para que funcione lo mejor posible, sabiendo que todo el mundo quiere dólares».

Rubinstein dejó abierta la posibilidad de la llegada de nuevos programas cambiarios creados ad hoc, como un dólar soja II, y recordó que «en el presupuesto 2023 hay un dólar a $270. Estamos previendo que se va a devaluar. La pregunta es ver de qué manera conviene hacerlo».

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