La ciudad de Tolhuin fue construida sobre tierras que originalmente habían sido reservadas a los sobrevivientes del genocidio selk´nam quienes encontraron, en aquel lugar, un sitio donde mantenerse unidos. De ahí el vínculo particular que tiene la ciudad con la comunidad indígena y el origen de su nombre, que significa “Corazón”.
TOLHUIN.- Como consecuencia de la persecución y genocidio perpetrado durante 40 años por los estancieros contra los grupos selk´nam que ocupaban la Tierra del Fuego antes de la llegada de la inmigración europea, en 1925, el Estado argentino dispuso el uso de tierras fiscales en la zona boscosa para reubicar a las familias que habían sobrevivido a esa masacre, en un sitio donde no fueran molestados.
Así, por Decreto del Poder Ejecutivo Nacional de fecha 29 de julio de ese año, en su artículo tercero se dispuso: “Resérvase con fines de utilidad pública y con el siguiente destino, los lotes que se citan: lote 88, para ser ocupado por las Misiones Salesianas y lotes 89-90-91 y 92 para la concentración de familias indígenas de la región, quedando la Dirección General de Tierras autorizada a dar los permisos respectivos con carácter precario”; mediante este decreto se resolvía respecto a los antecedentes elevados por la Dirección General de Tierras relativos al arrendamiento de las tierras fiscales del Territorio de Tierra del Fuego que habían sido ofrecidas originalmente por decreto del 28 de octubre de 1924, fecha considerada como el día de la fundación de la Comunidad Selk´nam (ona) dado que aquel decreto reconocía la existencia de sobrevivientes de esa etnia.
A mediados del año 1960 en la cabecera del lago Fagnano aún vivían algunos indígenas selk`nam como Lola Kiepja, quien falleció a los casi 100 años; Rafaela y Esteban Ishton; Luis Garibaldi Honte; Santiago Rupatini, entre otros, quienes se aferraron a un extremo del lago como el sitio más emblemático de su territorio ancestral.
En esa década, por iniciativa del gobernador Ernesto Manuel Campos, se decidió la construcción de hoteles y hosterías en distintas partes del territorio de la isla de Tierra del Fuego, junto a la Ruta Nacional Nº 3.
En el año 1964 se inauguró la hostería Kaikén, que hasta el día de hoy lleva ese nombre. A fines de esa misma década empezó a erigirse una de las tres instalaciones que hubo en nuestro país de un proyecto franco-argentino de investigación de la estratósfera que se denominó EOLO, desde donde se lanzaron quinientos globos aerostáticos. Posteriormente, el edificio quedó en ruinas a raíz de un incendio intencional y fue desmantelado hace tres años, aunque permanece en la memoria de toda la población.
Veinte años después, en 1990, cuando la historia consideraba “extinguidos” a los selk´nam, unas 51 familias pertenecientes a este pueblo indígena decidieron organizarse como comunidad, poniendo a la cabeza como presidente y vice de aquella primera comisión a Rubén Darío Maldonado y a Ermelinda Amalia Gudiño, respectivamente.
La Comunidad Indígena, denominada Rafaela Ishton, fue registrada bajo personería jurídica N° 15 en el año 1995 e inició el reclamo de las tierras que les fueran concedidas en 1925 ubicadas en la localidad de Tolhuin y que estaban ocupadas de hecho por particulares, los cuales pretendían quedarse con ellas.
En 1998 la Legislatura provincial reconoció el tratado firmado en 1925 entre Alvear y el pueblo Selk´nam y a través de la Ley 405 se le restituyeron 35.000 hectáreas de tierras comunitarias de las 45.000 que les correspondían, ya que el Estado provincial se reservó una parte para instalar el municipio de Tolhuin.
Todo ello fue parte de un proceso complejo y de una lucha perseverante de parte del Consejo de Ancianos que culminó en 2011 con la escrituración de las tierras y la entrega del título propietario.