La Asamblea General demandó a Gran Bretaña a que se retire en un plazo de seis meses del archipiélago. La resolución reaviva los reclamos de Argentina por Malvinas y de España por Gibraltar. Para el secretario de Estado para la Cuestión Malvinas, Jorge Argüello, el caso reviste “trascendental importancia” para nuestro país.
USHUAIA.- La comunidad internacional le dio un fuerte golpe de opinión al Reino Unido el miércoles a la noche al demandarle por mayoría en la Asamblea General de Naciones Unidas que se retire en no más de seis meses de Chagos.
Este archipiélago en el Océano Índico es una base importante que Londres le alquila a Estados Unidos pero que reclama la isla Mauricio como parte integral de su territorio. Los habitantes de Diego García, una de las pequeñas islas de Chagos, fueron expulsados.
Horas después, cuando defendió su posición sobre este caso, el Gobierno británico advirtió contra cualquier demanda por Malvinas o Gibraltar a la Argentina y España, que desde el inicio del proceso acompañaron a Mauricio en su demanda. La embajadora británica ante la ONU, Karen Pierce, indica EFE, fue consultada por las posibles implicaciones de esta decisión para Gibraltar y las Malvinas, y “dijo no esperar ningún cambio de postura por parte de España y Argentina, dos países con los que, recordó, Londres mantiene buenas relaciones”.
Para el secretario de Estado para la Cuestión Malvinas, Dr. Jorge Argüello, el caso reviste “trascendental importancia” para la República Argentina.
«El accionar de la República de Mauricio es un claro ejemplo de cómo un pequeño Estado, sin ser una potencia, ha apelado a la justeza de su posición jurídica y sus derechos. La Opinión Consultiva de febrero de este año junto con esta resolución del principal órgano democrático de las Naciones Unidas, son una muestra cabal de una clara política de Estado de un país donde todo el arco político decidió utilizar las herramientas que el derecho internacional ofrece para defender su soberanía, ante la presión política y diplomática del Reino Unido y de los Estados Unidos de América» sostuvo el secretario Argüello.
«La Argentina deberá observar con suma atención el proceder de la República de Mauricio que ha logrado ante la principal potencia colonial de la historia una victoria por medio de un serio trabajo de debate y consenso que impulsaron a que el Gobierno de Mauricio avanzara en la búsqueda de la solución de su disputa. Sin dudas Mauricio es un ejemplo a imitar para todos aquellos Estados que sufren en sus territorios la presencia colonial» manifestó Argüello.
El secretario afirmó que «la Argentina necesita seguir los pasos de la República de Mauricio, y de otros Estados que apelan a las herramientas que el derecho internacional ofrece para resolver sus disputas, respecto a la necesidad de establecer una verdadera política de Estado en relación a la búsqueda de la recuperación del ejercicio de la soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sándwich del Sur y los espacios marítimos circundantes. La Ley Malvinas tiene ese objetivo: establecer las bases para alcanzar los consensos necesarios a efectos de diagramar una estrategia que cuente con la correcta participación de las provincias y del pueblo argentino, a efectos de cumplir con el mandato constitucional en torno a la Cuestión Malvinas sin importar el gobierno que esté circunstancialmente en el poder», concluyó Argüello.