Elías Cata Cata volvió a asegurar que bañó a la pequeña y que esta se golpeó en una caída

El acusado por el abuso y crimen de la pequeña Nicole declaró en el inicio del juicio y alegó nuevamente su inocencia, asegurando que esa tarde de enero bañó a la pequeña y que esta se golpeó en una caída. Asimismo señaló que “es imposible” el examen genético que da cuenta de rastros de ADN suyos dentro del cuerpo de la pequeña. Las partes desistieron de muchos de los testigos, quedando solo peritos y técnicos para la jornada de miércoles.
RIO GRANDE.- Ayer a la mañana se dio inicio al juicio oral no público a Oscar Elías Cata Cata, el cual tuvo un importante operativo de seguridad conjunto entre la Policía y el Servicio Penitenciario en el traslado del imputado que incluyó fuerte custodia y hasta un chaleco antibalas.

Todo ello en razón de la indignación social que generó el hecho acaecido el 26 de enero pasado cuando la pequeña Nicole Ojeda falleció producto de golpes y la compresión recibida, en lo que luego se constató en distintas pericias que había sido una situación de abuso sexual, encontrándose rastros con perfil genético del imputado en la zona genital de la víctima.

Cata Cata casi fue linchado cuando estaba detenido en la comisaría Primera por parte de una manifestación popular, lo que motivó su traslado a Ushuaia, desde donde arribó ayer para el juicio, aunque el marco fue totalmente distinto.

Hubo una indiferencia social casi total al inicio del juicio, que solo contó con la presencia de la madre de la pequeña, Valeria Ojeda, quien se presenta como parte querellante en la causa, representada por la Dra. Adriana Varisco.

El proceso comenzó con el Tribunal de Juicio Oral del Distrito Judicial Norte, presidido por el Dr. Daniel Borrone, el Dr. Pablo Candela actuando en la fiscalía y el defensor oficial Gustavo Ariznavarreta en la defensa del imputado, quien accedió a declarar en el inicio del proceso.
Misma defensa

Cata Cata expuso por alrededor de una hora y media con total frialdad su versión de lo sucedido aquella tarde de enero en la vivienda del barrio Perón, donde señaló que procedió a bañar a la pequeña.

Nuevamente esgrimió en su defensa que la nena resbaló desde arriba del lavatorio cuando la secaba y que cayó golpeándose, y quedando con la cabeza casi dentro del inodoro, en un episodio en el que aparentemente no hubo testigos presenciales.

Sin embargo desde la fiscalía no se hizo esperar la consulta referida a los rastros genéticos del imputado en las cavidades anal y vaginal de la niña, a lo que Cata Cata solo se limitó a responder “eso es imposible”, asegurando que él no cometería un hecho “tan aberrante” aseguró, desmintiendo la prueba sustentada científicamente.

Tras esta declaración sobrevino la testimonial de la madre de la víctima y expareja de Cata Cata, Valeria Ojeda, quien entre lágrimas recordó que esa tarde estuvo trabajando y luego recibió el llamado que daba cuenta de la niña descompensada en su casa, llegando a la misma cuando estaba siendo trasladada en ambulancia.

La mujer nuevamente no dio cuenta de antecedentes o episodios anteriores de violencia o abuso en contra de la nena, aunque ello ya quedó constatado en las pericias médicas que constan en la causa.
Desistieron de varios testimonios

Tanto la querellante como el fiscal Pablo Candela se mostraron confiados de obtener una condena a reclusión perpetua por la solidez probatoria de la causa; “se trabajó muy bien desde el inicio y la instrucción de la causa y hoy podemos llegar a juicio con un caso sólido”, destacó el fiscal, Dr. Candela.

Finalmente es de esta manera que las partes convinieron ayer desistir de gran parte del bagaje testimonial del caso, quedando la continuidad del proceso resumida a cinco declaraciones más, las cuales está previsto se desarrollen en la presente jornada.

Tras desistir de numerosos testimonios, para hoy está prevista la reproducción de la testimonial en cámara Gesell del menor hermano de la víctima, el testimonio del Dr. Penacino, quien realizó el examen de ADN; la perito forense del Poder Judicial, Dra. Inés Aparici; el perito de Policía Científica Horacio Vargas, y finalmente la Lic. Martín, psicóloga del Poder Judicial.

El imputado fue permanentemente rodeado de un cordón de seguridad, aún en el breve instante que se permitió ingresar a la prensa para tomar fotografías antes del inicio de la audiencia.
El imputado fue permanentemente rodeado de un cordón de seguridad, aún en el breve instante que se permitió ingresar a la prensa para tomar fotografías antes del inicio de la audiencia.