El 17 de marzo de 1992 se convirtió en la primera vez que el país sentía en carne propia un ataque por odio religioso, algo que se repetiría dos años más tarde en la sede de la AMIA.
BUENOS AIRES (NA).- Eran las 14.50 del 17 de marzo de 1992 cuando un coche bomba impactó contra la Embajada de Israel en la Argentina, marcando un antes y un después para la historia del terrorismo en la región.
Tristemente, ese día será recordado para siempre como el primer atentado atribuido al fundamentalismo islámico en Latinoamérica.
Además, ese día se convirtió en la primera vez que el país sentía en carne propia un ataque por odio religioso, algo que se repetiría dos años más tarde en la sede de la AMIA.
Para los 22 muertos y 242 heridos que dejó el episodio no hubo justicia hasta el momento, tres décadas después. De hecho, el atentado también dejó al descubierto las falencias del sistema de Justicia y las investigaciones, que no han dado con ninguno de los responsables.
La investigación sigue abierta, pero según la consulta de expedientes de la Corte Suprema no registra movimientos desde 2015, cuando se dispusieron las capturas internacionales del libanés Hussein Mohamad Ibrahim Suleiman y del colombiano Samuel Salman El Reda Reda, ambas vigentes aún en Interpol.
La pesquisa se orientó también hacia el sirio Imad Mughniyah, un jefe militar de la organización considerada terrorista por Estados Unidos Hezbollah. Pero había muerto en Damasco siete años antes.
Para recordar esta fecha, la Embajada de Israel realizará hoy un acto en conmemoración del 30° aniversario en la misma esquina donde se ubicaba la delegación diplomática: Arroyo y Suipacha.
La ceremonia se iniciará con el sonido de la sirena a las 14:50, hora exacta en la que ocurrió el atentado.
Durante el acto dirigirán unas palabras el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Martín Soria; el viceprimer ministro de Israel y ministro de Justicia, Gideon Saar; la embajadora de Israel en la Argentina, Galit Ronen; y Miri Ben Zeev Koren, en representación de los familiares de las víctimas y sobrevivientes.
Además, se colocarán ofrendas florales en memoria de quienes perdieron su vida en el ataque y se realizarán dos rezos: por un lado, el padre Rodrigo Valdéz de la parroquia Madre Admirable realizará una oración en memoria de los fallecidos y, por el otro, un familiar de las víctimas recitará un Kadish, plegaria de duelo de la tradición judía.
Se encontrarán presentes los titulares de diversas carteras ministeriales, funcionarios del Gobierno nacional, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y de otros distritos provinciales.
También asistirán miembros de los poderes legislativo y judicial, así como del cuerpo diplomático acreditado en la República Argentina.
Días atrás, el Gobierno comenzó a delinear la preparación de los operativos de seguridad por el 30° aniversario del atentado a la embajada de Israel y, con ese propósito, creó un «comando unificado de seguridad» que coordinará la participación de todas las fuerzas que intervendrán durante los actos conmemorativos.