Cada Raid que llega a su fin deja muchas cosas por contar, cada uno de ellos deja páginas de oro en la historia del Club Náutico Ioshlelk Oten, y en esta Edición 32, fue muy especial y será recodada por el homenaje que le realizaron al histórico Paulino Hernández, socio fundador y al momento de su fallecimiento, uno de los pocos remeros que había realizado todas las ediciones, hoy sólo Lucho Gamín y Rubén Navarro ostentan ese récord.
RIO GRANDE.- En esta oportunidad al llegar a un descanso típico del Raid, en el cual el recordado Paulino asaba unas chuletas para todos los remeros, el cual con el tiempo pasó a llamarse el “Bosque de Paulino”, allí se plantó un cartel con una foto de él y una bandera del Club en homenaje a uno de los símbolos del Raid.
Con todo aquel que El Sureño cruzó en la llegada -vieja toma de agua de El Tropezón-, todos coincidían que fue el momento más especial que tuvo la bajada al río Grande en sus casi 170 kilómetros de recorrido, que de 2019 a la fecha no se podía realizar completo.
Fue en el Bosque de Paulino donde la emoción embargó a todos a la hora de perpetuar el recuerdo de él; el lugar en cuál todos querían llegar para degustar esas sabrosas chuletas sin preguntar de dónde las sacaba, que por años fue un misterio, y aquellos que supieron descubrir su truco, aún no están convencidos de divulgarlo, quieren que persista esa magia que él le ponía.
Fabián Leiva, presidente por dos mandatos de la institución, y fiel embajador del Club en muchas de las bajadas al río Grande, dejó algunas definiciones de lo que fue esta edición:
“La verdad que fue una edición espectacular, el sábado nubladito pero sin viento, que en definitiva fue lo mejor que nos pudo pasar, dado que con sol la hubiésemos pasado mal; para que te des una idea, en el campamento de Onamonte nos comieron los mosquitos, Camello Morán nos decía que se escapaba del calor de Santa Fe y de los bichos de allá para ser atacado por los mosquitos en Chile. La verdad que fue todo espectacular, esa noche previa a la salida en el campamento la pasamos bárbaro con toda la gente que llegó de Ushuaia”.
“Muy contento de haber recuperado el Raid, como era originalmente partiendo de Chile, destacando a la gente de la comuna de Timaukel que se pasaron por la forma que nos trataron, estuvieron todo el tiempo pendiente de los que precisábamos, nos prepararon el desayuno, fue impensado porque nunca antes había pasado, nos sorprendieron con todo listo en una casita de la estancia, fue espectacular”.
“Salimos a navegar normalmente, quizás el río no tuvo el agua que nosotros esperábamos, pero no hubo complicaciones, paramos en el Bosque de Paulino, pudimos poner un cartel en su memoria, fue un momento muy emocionante porque él era sinónimo de Raid y todos lo recordamos de la mejor manera, era alguien muy especial y fue especial para el Club”.
“Muy contento con la gente de Ushuaia, esta vez ellos fueron mayoría, y en el club comenzamos a hablar que debemos viajar a la capital para retribuir todo el acompañamiento que recibimos este año de ellos. Ellos la pasaron muy bien, quedaron muy contentos con la bajada, se mostraron muy interesados en conocer todos los lugares y los nombres de los sectores por los cuales íbamos pasando”.
“El domingo nos levantamos muy temprano para ganarle horas al viento, pero la verdad que casi ni apareció, hubo un par de repecho como le dicen los chicos del club a unas curvas con viento en contra, pero todo muy leve, ahora sí podemos decir que volvió el verdadero Raid”.